Edad: según ella 40 años (hace 10), según su DNI 50.
Físico: Alta, delgada, proporcionada, rubia con extensiones. Siempre se me pareció a Malena Gracia pero en versión "de barrio". (Sí más de barrio que Malena)
Profesión: Administrativa, funcionaria grupo D del ministerio de industria. Aunque su plaza la sacó para Hacienda.
Nombre: LA CHISTORRI.
Aficiones: Echar las cartas, salir de copas, ver la tele, fumar.
En esta foto se parece bastante |
La conocí en el último piso compartido en el que viví. Y ella fue el detonante principal de que decidiera marcharme de allí. Siempre que viví en pisos de alquiler compartidos lo hice con gente muy cercana: amigas que ya conocía o que conocí en la residencia de estudiantes, inlcuso mi hermana o chicas que venían a ocupar las habitaciones de alguna de las que iban acabando la carrera y se marchaba a su tierra. Pero en este caso aunque no nos conociésemos, éramos nosotras las que hacíamos la seleción de quién se venía a vivir a casa. Cuando me fui a este último piso yo era la nueva. Ellas me eligieron a mi.
Era una mujer extremadamente rara. Madura por su edad, pero inmadura emocional, supongo.
Le llamo Chistorri porque cuando llegué al piso sólo le veía comer CHISTORRA frita. Noche tras noche, ella iba a la cocina y se hacia su chistorra.
Al principio me molestaba un poco que otras dos compañeras, a las que se les notaba que tenían bastante feeling entre ellas, se rieran de Chistorri o la criticasen por esto. Yo creí que lo hacían porque ella no era de su estilo (más pijín) pero al final acabé dándoles la razón y aceptando que aquella tía era muy rara. Su derroche de chistorra frita noche tras noche me superó.
No es que la mujer a los largo del año y medio que convivimos lograse mejorar su técnica culinaria. (El resto de las compañeras tampoco eran cocineras ni remotamente regulares. Pero lo de esta mujer era de traca.)
Para comer: huevos fritos y pasta con mahonesa.
Para cenar: Chistorra, bocata de chorizo, mortadela, choped o copas danone.
Una vez le insinúe que sería bueno que comiese algo de verdura. Entonces ella se acordó de que le gustaban los garbanzos y como pensó que no sería capaz de hacerlos partiendo del garbanzo crudo (yo tampoco los he hecho nunca) pues se compró un bote de garbanzos precocinados.
Allá que fue ella, calentó aceite en una sartén, fuego a tope y cuando el aceite hervía echó todos los garbanzos ¡¡¡¡¡¡¡plas!!!¡¡¡plas!!!! ¡¡¡plas!!!! ¡¡¡¡¡LOS GARBAZOS SALIERON DESPEDIDOS COMO PEQUEÑOS PERDIGONES!!!.
Por toda la cocina hubo garbanzos durante semanas. Seguro que alguno queda. Y ella, esquivando garbanzos. ¡¡¡Uyyy!!! ¡¡¡uyuyuyuy!!!! gritaba a la vez que se iba hacia la derecha, garbanzazo en la cara....a la izquierda....garbanzazo para mi que estaba detrás observando atónita aquel espectáculo pirotécnico.
El caso es que a pesar de que se comió 3 o 4 grabanzos, el resto se perdió en la batalla garbancera, le gustó el plato. Y repitió mas veces el proceso.
Un día fui buena y le dije, con mi cara de perotodavianotehasenteradodeque, que probase a echar los garbanzos con el aceite menos caliente y sobro todo le hablé, con fotos y planos en mano de:
LAS TAPADERAS DE CAZUELAS, ESOS HERMOSOS SOMBREROS PLANOS.
Esta lección también se la aprendió otra de las compañeras, menos friki, pero igualmente torpe en la cocina.
Chistorri tenía en el congelador dos vasos con agua congelada y un papel en medio.
¿Qué era?
Yo no tenía ni idea hasta que un día nos contó que se había cabreado con una amiga y le había congelado.
¿COMOR? ¿PERDÓN? Sí, había escrito su nombre en un papel y el papel lo había metido en un vaso de agua que luego congelaba.
El fin de aquello era que la persona nominada pues... yo que se...¿pasase mucho frio?.
Ella era boba, pero mi compañera, la psicóloga ¡¡¡psicóloga!! se empeñó en que era ella la amiga congelada, yo le pregunté: por qué crees que eres tú, ¿es que pasas mucho frío?
Y no paró hasta que un fin de semana que Chistorri se fue, descongeló los vasos para ver qué nombre ponía en esos papelitos. Así descubrimos que no era ella,
-ya te lo había dicho yo, si tú siempre vas en tirantes mujer
sino que era otra amiga suya con la que solía salir los viernes o sábados por la noche a pubs de estos de glamour de Madrid: Alegoría, Garamond.. con el fin de pillar con algún rico y dar el braguetazo.
Una boba por congelar y la otra más boba por descongelar y creer en polleces.
Chistorri tenía la habitación más sucia, desordenada, maloliente y friki que he visto en ¡¡mi vida!!. No se cómo puedo describirlo, tal vez si cuento que yo solía llevar a mis compañeros de curro a ver aquella habitación como el que va a un parque temático pueda hacerse una idea de cómo era aquel esperpento de cuchitiril
Para empezar, su habitación tenía una ventana que daba una amplia terraza. En el alfeizar de la ventana la Chistorri acumulaba ceniceros ¡¡con sus colillas!!. Ceniceros rebosantes de colillas. Muchos ceniceros, muchas colillas. ¿Por qué no lo tiraba?. No lo se. Pero aquello servía de ambientador al mismo tiempo que llenaba la atmósfera de su cuarto de la ceniza que volaba cuando soplaba el viento.
La decoración de la habitación: Tenía el típico cuadro (de los 60) ése de los ciervos, ése de tapiz enmarcado, ¡¡¡si!! allí plantado. Decía que era herencia y le tenía cariño. Pues ante gustos, no hay nada escrito. Pero además tenia otro enorme cuadro de Jesucristo, presidiendo una especie de rinconera. La rinconera llena de figuritas inverosimiles del Todo a 100. Coleccionaba bailarinas, enanos, gatos de cristal y todo lo que le pareciese aparante y digno de su cuarto.
La ropa en el armario no es que estuviese desordenada, es que era como un baúl en el que metía todo a presión, sin colgar, según fuese cayendo. Cuando digo todo, digo todo: ropa sucia y limpia.
Seguir describiendo esto es absurdo, porque estoy segura de que la imaginación jamás superará a la realidad. Y como ya entonces pensé que si lo contaba quedaría por mentirosa y exagerada, saqué fotos. Éstas.
Chistorri´s room. |
Chistorri´s armario |
Impresionante ¿o no? Si os fijais bien veréis el cenicero, la virgen, el desorden...Y suerte de que os libráis del olor.
Un fin de semana, llegó Chistorri toda feliz contándonos que había ligado con un espeleólogo. Al fin de semana siguiente incluso se fue de espeleología con él y nosotras bromeábamos con la situación, porque la imaginábamos bajando a la cueva con sus tacones y sus pantalones ajustados.
Siempre iba supermega peripuesta. De hecho si te la encontrabas en el pasillo recién levantada y no le había dado tiempo a maquillarse, ella se tapaba la cara y agachaba la cabeza para que no la viéramos. Eso nos daba algo de miedo, la verdad.
Un sábado se trajo al espeleólogo a casa, para hacer espeleología carnal. ¡¡El tio estaba muy bien!! vamos que yo incluso sentí un poco de envidia de cómo habia logrado ligarse a aquel tipo. Me gustaba para mí.
El espeleólogo, muy amable, pasó con ella a su cueva....y nunca mejor dicho. Porque lo que aquel hombre vio y tuvo que ver allí, en esa habitación y luego en otros lugares mas íntimos, le dejó tan marcado que Chistorri nunca más volvió a saber de él. O lo que es lo mismo, él nunca más dio señales de vida.
Tenia una cazadora vaquera de Chistorri y por no verla se la dejó en un bar debajo de casa. Y yo ¡¡le entendí!! Yo entiendo que un espeleólogo que está acostumbrado a meterse en grutas y lugares oscuros y complicados, se diera cuenta de que para entrar en aquella habitación habría sido necesario todo su equipo de espeleología y que aún así jamás hubiese logrado saber ¡¡que coño era aquel espanto!! y de donde venía ese olor.
Chistorri lo pasó fatal y no paraba de echarse las cartas a ella misma.
Lo de echar las cartas, si no te lo tomas en serio y para un rato, puede llegar a ser divertido. Pero cuando ella se las echaba cada media hora...y encima tu tenías que soportar sus conclusiones era para desear que se fuera a la cocina a hacer garbanzos proyectiles y que alguno de ellos te alcanzara a tí y te dejará tonta de por vida.
Como ella no te dejaba en paz, si estabas viendo una peli, te jodias que ella te hablaba y te hablaba, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, mientras se cenaba su chistorra frita y su copa danone, yo un decidí hacer lo siguiente: con disimulo cogí mi móvil y me fui a
- Menú
- Llamadas
- Tonos de llamada
Y le di a un tono para que pareciese que me sonaba el móvil: pititititit pititititititti
- Sí? Hola mamá...que tal? si aqui estoy viendo la tele...no dime...dime...
Y andandillo, andandillo me metí en mi cuarto, me puse mi tele allí, cerré a cal y canto y no salí.
Josep Piqué |
Chistorri era funcionaria y cuando se le pasó el amor por el espeleólogo y se dio cuenta de que Josep Piqué no estaba a su alcance ( cada vez que salía este señor, entonces ministro, en la tele se levantaba del sofá como si tuviese un resorte debajo del culo y se ponía a darle besos a la tele o se llevaba la mano juntando sus dedos dándoles un beso, como diciendo ¡¡de rechupete!!) se le metió entre extensión y extensión que su jefe se habia enamorado de ella. Su jefe de ella, no ella de su jefe, que es lo que yo creo que pasó.
Según su escala de: sanamorao de mi, su jefe estaba loco por sus huesos porque hacia tiempo que le miraba raro, que estaba esquivo con ella, que no le hacia caso y cuando le mandaba hacer algo (fotocopias) y no lo tenía se cabreaba. Porque antes cuando entraba a trabajar le saludaba amablemente y le sonreía y ahora se había cambiado de despacho y ya no era tan cortés.
Mi deducción es: que el jefe estaba hasta los cojones de ella. De que no hiciera nada, de que todas las tardes se fuera a la compra al DIA y se trajese el pan, el chorizo, la chistorra y las copas danone para la cena. Estaba harto de que ella en vez de trabajar quisiera ligar. Y al principio él era ambale porque no la conocía, pero en cuanto se dio cuenta de que tipo de mujer era huyó de su lado.
Su tontería llegó hasta el límite de que se pasó un fin de semana dándole vueltas a este asunto del jefe que le miraba mal. Y me preguntaba que qué me parecia que le llamase para decírselo. Para decirle a su jefe que ella creía que le miraba mal!!!!
Al final su decisión fue la siguiente, al loro.
EL lunes no fue a trabajar. Y además de no ir llamó a su jefe, desde una cabina, no se muy por qué. Y le dijo que no iba porque él le miraba mal y no era amable con ella, porque ya no le saludaba como antes....¡¡¡con un par!!.
Me parece que el jefe tras esto pidió el traslado a Pernambuco, Brasil. Y allí se encontró con un espeleólogo traumatizado y con 4 kilos de garbanzos que habían llegado hasta alli por propulsión desde una sartén de Madrid.
Podría contar mas cosas como cuando nos faltó dinero en casa, o cuando descubrimos que tenia 10 años más de los que nos decía y vimos sus pruebas para falsificar la fecha de nacimiento en su DNI o cuando limpió su cuarto y sacó 12 bolsas de basura llenas de porquería que se quedaron abandonadas en la terraza de la casa, motivo por el cual yo estallé una mañana de domingo...
Esta mujer logró sacarme de quicio y solo porque mis compañeros de curro fueron superpacientes conmigo yo no acabé desquiciada. Pero gracias a ella pasé grandes momentos de humor, me reí mucho contando sus cosas, llevando a mis amigos a ver aquel desastre de habitación y sobre todo me dio las fuerzas necesarias para tomar la decición firme de irme a vivir sola.
MADREDELAMORHERMOSOPEROESTOSPERSONAJESEXISTENDEVERDAD???
ResponderEliminarPerdón, de la impresión el espaciador se había ido a que le diera el aire.
Madre del amor hermoso. Yo los rollos que he tenido en pisos han sido menos susceptibles de hacer humor, la verdad. Como sola -o con tu pareja, en mi caso- no se está en ningún sitio. Mi piso es un mini cuchitril, pero la tranquilidad no tiene precio.
Existe!!! existe!!! Y menos mal que saqué fotos porque si no hasta yo misma hubiese pensado que Chistorri es fruto de mi imaginación más surrealista.
EliminarBien dices, como sola o bien acompañada ¡¡en ningún sitio!!
Yo acabé muy harta de compartir piso. Tiene su lado bueno pero también hay que tragar carros y carretas. Y estar a disgusto en tu casa es complicado.
Ya te digo. Yo soy bastante "casera" y no querer estar en tu casa por la gente que hay es una mierder.
EliminarO.O Mae mía... Y yo creía que tenía historias bizarras de compañeras de piso!! Hija mía, no sé cómo aguantaste.
ResponderEliminarSi te digo la verdad, Chistorri me da un poco de penilla. Me la imagino siendo la típica señora Diógenes con sueños de grandeza y mentalidad de eterna juventud.
¿A tu compañera psicóloga no le dio por diagnosticarla?
Es un coñazo compartir, sobre todo a ciertas edades ya, con el tiempo yo me he vuelto más intransigente con los defectos ajenos y desde que "vivo sola" he redescubierto la felicidad de estar en casa xDDD
Al menos te quedan historias de estas para pasar los malos tragos con humor!!
Creo que has hecho un diagnóstico muy acertado. Pues no recuerdo si "la psicologa" dijo algo, creo que sí, sobre todo cuando encontramos el DNI falsificado.
EliminarTotalmente de acuerdo con lo vivir sola y los defectos ajenos. Tras esta experiencia me fui con una de las chicas de aquel piso a otro, practicamente vivía sola y luego ella ya se marchó y pude por fin vivir solita. Así estuve 5 años. No ahorré nada de nada, el alquiler me chupaba casi medio sueldo, pero llegar a mi casa era lo mejor del día!!
Oh dios mío!! He tenido un dejavu (o como se escriba). Yo no he compartido piso pero digamos q conocí a alguien q no era chistorri xo sí chico 15 minutos, le preguntaras a la hora q le preguntaras cuánto le quedaba pa comer siempre eran 15 minutos (lo q tardaba en descongelar algo en el microondas).
ResponderEliminarY la pelusa, ay la pelusa de desierto q corría x aquella casa