CORRER 5. La felicidad de la superación personal.

 
En mi caso, para correr y superarme, fue  básico hacerme un plan de entrenamiento REALISTA.

Es verdad que hay gente, mi chico,  que sale a correr y el primer día corre todo lo que el cuerpo le da de sí. Si el primer día aguanta 20 minutos pues corre 20 y ya a partir de ahí va superándose, si puede, porque no todo el mundo que corra tanto sigue corriendo después. Las razones son muchas; desde que al día siguiente te sientas realmente agotado por haberte pasado, pasando porque la sensación el primer día de cansancio, sacrificio horroroso que te hace pensar que eso de correr es un rollo macabeo, hasta que no sea lo tuyo y punto.
 
También hay personas que siguen y siguen y siguen. Como mi chico, que no se hizo plan, ni nada pero ahí está, corriendo más que yo, más deprisa que yo y con las mismas ganas que yo.

Pero yo no empecé a escribir estas entradas de correr para gente sobrada, yo escribo para pobrecicos como yo, que el primer día solo somos capaces de correr un minuto y con el riesgo, real, de que se nos salgan los higadillos por la boca.

Así empecé yo. Con mi plan de entrenamiento realista:

La primera semana de 10 minutos que estaba en la pista de atletismo corría 1, el resto, unos 45 minutos, contando con ir y volver hasta casa, iba andando ligera.

Mi plan las primeras semanas se basó en hacer dos series de 10 minutos. En cada una de las series corría y andaba. E iba aumentando muy poco a poco los minutos de correr. Pero cada semana, eso sí, tenía que superar los minutos corridos en la anterior. Así que si empecé corriendo 1 minuto de 10, la segunda semana pasaba a correr 2 y así sucesivamente. Como ir de minuto en minuto me parecía un poco lento opté por dividirme los 10 minutos en dos tandas de 5. De manera que corría parte de los 5 primeros minutos, descansaba y luego corría parte de los otros 5.


Poco a poco, poco a poco. Sin prisa pero sin pausa.


Hoy  soy capaz de correr 30 minutos seguidos.

Los pequeños logros diarios, que han sido muchos desde que empecé con esto de correr a finales de enero, me han dado muchas satisfacciones. La primeros 15 minutos seguidos fueron una inyección de autoestima increíble. No digo ya el día que llegué a los 28 minutos.

Normalmente corro en una pista de atletismo, vivo en una ciudad muy poco apañada para correr al aire libre y el mejor sitio que hay para hacerlo es la pista, al menos te sientes atleta olímpico y tengo buenas vistas, cosa que en pleno casco urbano no. Eso de correr por calles de asfalto, con miles de mierdas de perro, pises de perro, respirando humo de coches y esquivando todo tipo de cosas y personas por las aceras me estresaría mucho más que una rueda de prensa de Cospedal (en diferido).
 
 He probado la experiencia, debo decir que maravillosa, de correr en la playa. El primer día de correr al lado del mar, respirando mar y paz, fue otra experiencia que recomiendo sí o sí. Todo el esfuerzo que llevo haciendo desde enero, que no ha sido tal porque he ido poco a poco, ha merecido la pena solo por sentir esa sensación de bienestar y libertad corriendo por el paseo marítimo y por la arena. La de veces que he mirado con envidia a la gente  corriendo por la arena y el verme a mi misma haciéndolo me hizo sentirme invencible.

La otra parte de la felicidad del correr son los kilos. ¡¡He adelgazado 5 kilos!! y se notan vaya que si se notan. Estoy feliz, feliz, feliz de verme mucho mejor. Estoy encantada de haberme comprado unos pantalones pitillo. Contenta de que la ropa del verano pasado me quede grande o me siente bien. Estoy contenta porque me veo guapa. Y sobre todo, estoy motivada a seguir corriendo. todavía me quedan por adelgazar 10 kilitos de ná. Pero compensa mucho, adelgazar y verte fuerte, con formas, ¡¡¡SIN CELULITIS!! porque tengo los muslos lisitos. Mirarme las rodillas y ¡¡vérmelas!! y mis gemelos, que siempre los he tenido grandes y gorditos, pero ahora que siguen rotundos, porque son así, pero fibrosos ¡¡me encantan!!.

No me pongo hasta las trancas comiendo y es que hacer deporte, sacrificado como es correr, te anima también mucho a llevar otros hábitos alimenticios. Y lo haces encantada del mundo, sobre todo porque aunque hay días que no me apetece calzarme las zapatillas, la mayoría estoy deseando hacerlo. Los fines de semana me cuido un poco más que antes, por ejemplo los domingos ya no me permito más de 3 cervezas y por la noche ceno muy ligero o fruta. Pero, una cosa, yo corro para no tener que privarme de nada. Así que, si se da el caso, como ha sido desde el viernes hasta este lunes que he estado de minivacaciones con mis amigos pues se da una un festín que para eso corro. Y lo inaudito ha sido que estos días de fiesta con amigos, también he sacado mi ratito y me he ido a correr. No me lo creo ni yo, pero es que me hace sentirme genial.

Y sí, nada más empezar a correr ya estoy deseando acabar. Todo el rato estoy pensando que ya quedo menos. De momento no corro mas de 30 minutos. Al final me descargué el programa MY COACH de Adidas y es una gozada. Estoy haciendo un plan de entrenamiento para adelgazar. Al principio este programa me parecía un poco rollete, porque tuve que dedicarle una tarde para meter mis parámetros y entenderlo, pero ahora estoy encantada.

Pues eso, que empecé corriendo UN MINUTO. Corría tan poco que el primer día me invitaron a salir de la pista atletismo, porque era para la gente que corría, para los que iban andando como iba yo, había una pista fuera. Así empecé. Y ahora me meto en la pista y no paro. No voy muy deprisa, me cuesta un montón correr por encima de mi ritmo que son unos 8 km/h, pero sólo quiero superarme a mi misma. Me da igual el resto del mundo corredor, me da igual si otros corren más, más alto y más deprisa. No compito, no quiero competir, solo quiero sentirme bien. Y eso es lo que hago.