No sé si os habrá pasado alguna vez eso de que vais a un sitio desconocido o a informaros sobre algo y os tratan como si tuvieseis una tesis doctoral hecha sobre ese asunto.
Este verano, de camino hacia Pirineos, paramos en Tudela. Hace unos años estuvimos pasando unos días por esa zona y recordábamos con regocijo las verduras que nos metidos entre pecho y espalda en aquel momento. Así que decidimos que ya que estábamos de vacaciones, Tudela era un lugar ideal para comer. Para nuestra desgracia estaban en fiestas, las de Santa Ana si mal no recuerdo. Fuimos a un restaurante a preguntar si podíamos comer y lo primero fue que tuvimos que ir en busca y captura de la camarera, que a pesar de haberos visto allí, en la recepción, esperando, mirando y con cara de queremos comer, ni se acercó y lo segundo que a la pregunta de si podíamos comer nos respondió con cara de estupor si habíamos reservado, no - le dijimos, y entonces su estupor se transformó en "vosotros sois tontos" y nos contestó que cómo queríamos comer sin haber reservado un día cómo ese. - ¿Cómo ese, qué tiene de especial este día? Ah, que es fiesta en Tudela. Ya pero mire es que yo vengo de Perripueblo, es la segunda vez en mi vida, 42 años de vida ya, que paso por Tudela y como comprenderá no me se el calendario festivo de toda España, solo queríamos saber si era posible comer. Evidentemente no somos de aquí. Y evidentemente no podemos comer. Pero... ¿se puede ser amable un día de fiesta como este? Y nos fuimos.
Nos pasó luego en una tasca en la que a pesar de tener comida en la barra y preguntar si podíamos comer en la misma barra nos dijeron, con cara de vosotros sois gilipollas, lo juro, que "ese día" es imposible comer sin reserva y que la comida, el menú es único y no se sirve nada más. Lástima de tapas de la barra porque se iban a pudrir. En fin. Que no vayáis a Tudela en fiestas. Que no os dan de comer. Y si os dan os clavan. Que es lo que al final nos pasó en un bar de la plaza que hace esquina y es así como antiguo. Clavada, malíiiisimas tapas, las que ellos te dan porque ese día, como ya sabéis, no se puede elegir, calor y conclusión: No vuelvo a Tudela.
Lástima, porque las verduras, cuando te las dan son deliciosas. Pero yo soy muy mía y hacía tiempo que no veía gente tan desagradable. Y soy de Castilla, la vieja. O sea que de carácter suave tampoco presumo. Pero...¡¡coño!!
Pero me ha pasado más veces. He ido al Inem (antigua denominación para que nos entendamos todos) a consultar alguna cosa y me han respondido como si yo ya lo supiera todo sobre lo que pregunto. Mi cara de estupor ante el desconocimiento de lo que me dicen debe de ser tal que me repiten de mala gana lo que me acaban de decir, - ya, si lo he pillado a la primera, pero aún así, no se de qué va el tema.
Una vez me enfadé mucho y le dije al que tenía enfrente:
- ¿Usted sabe algo de sistemas de televisión?
- No.
- Pues mire por donde yo sí, un montón. Claro eso debe de ser porque yo he estudiado de eso, he trabajado en eso, de manera que si me pidiese ayuda para sustituir su televisor no se me ocurriría contestarle que elija entre 3 modelos. Le tendría que explicar cada modelo, sus ventajas, inconvenientes y el que a mi juicio de experto le conviene, porque usted no tiene ni idea y lo más importante: no tiene porqué tenerla. Pues ahora explíqueme si es que esto que le he venido a preguntar se estudia en el colegio o hablan de ello en Sálvame todos los días, porque yo al menos, no tengo ni pajolera idea de cómo acogerme a esta ayuda, ni requisitos, ni plazos, ni leches. Así que no me de usted tanto papeleo y expliquemé hágame el favor.
Pero no siempre me sale la vena contestataria. La mayor parte de las veces me lo como con patatas y me voy con la sensación de ser un auténtica imbécil:
1- Por no haber dicho nada.
2- Porque igual eso que no sé es público y notorio y yo vivo en la inopía.
3- Por no haber insistido....¿por qué no insistimos cuando desconocemos algo y nos tratan como si sí lo supiéramos?
En un sindicato, UGT, concretamente, fui a enterarme, angelico, de cómo iba el rollo de la lista de interinos. Esto fue hace unos años, tras mi primera oposición. Quería saber cómo funcionaba, si había alguna manera de saber o pronosticar si me llamarían pronto o tarde o nunca para trabajar. Quería saber en definitiva si podía calcularse más o menos la rapidez con la que correría la lista. Cuando quise darme cuenta estaba rodeada de archivadores llenos de listas de interinos de años atrás en las que yo y mi inteligencia sobrehumana, imagino, debíamos averiguar qué coño hacer con ese papeleo.
Me sentí tan lela, tan absurda, tan imbécil, porque no tenía ni idea de qué debía buscar allí, ni para qué me habían dado eso si yo les había dicho que era mi primera vez en la vida que me presentaba y no tenía ni idea de cómo funcionaba nada de nada del sistema, ¿qué parte de no tengo ni la más mínima idea no dejé clara? ¿Tengo cara de inteligentísima?
No, no dije nada. Miré aquellos papeles como el que mira unas instrucciones del montaje de una cabeza nuclear en chino mandarín y al rato me fui.
Vamos a ver, si yo trabajo en un lugar y viene alguien a preguntarme por algo mi proceso mental es:
Si viene a preguntar por esto es porque no sabe nada de esto. Luego se lo tengo que explicar yo.
El suyo:
La gente lo sabe todo de todo.
Cuando me apunté a yoga lo dejé claro: No tengo ni idea de lo que va el yoga. Ni idea. Me suena a meditación india. Punto.
Por eso cada día en la clase, cuando me decían, - no así no se hace, estás equivocada; me enfadaba. Y si no lo hacía porque quería verlo primero, porque no lo sabía hacer, porque no tengo ni idea de yoga, repito, ni idea, y me decían - Venga Perri no te duermas; pues me cabreaba. Y por eso en vez de decir nada, qué hastío, dejé de ir.
Y es que no soporto que cuando voy a preguntar algo me contesten como si habría que haber nacido sabiéndolo todo de todo.
Esto va también por lo el doctorado. Pues que resulta que no tengo ni idea de cómo funciona lo del doctorado. Pero oye, años llevo intentando que alguien, de la universidad, se digne en explicármelo.
¿Os pasa esto?