Los amigos ¿se pueden dejar?
Puedes decirle a un amigo, igual que le dices a una pareja, "Ya no quiero seguir siendo tu amigo", "nuestra relación ya no es como antes", "he dejado de quererte como amigo", " he encontrado otro amigo que me da lo que tú ya no me das".
¿Qué se hace cuando tus amigos o alguno de tus amigos dejan de interesarte? ¿Y cómo se da cuenta uno de que la amistad con
cierta o ciertas personas no es lo que era antes? Puedes decirle a un amigo, igual que le dices a una pareja, "Ya no quiero seguir siendo tu amigo", "nuestra relación ya no es como antes", "he dejado de quererte como amigo", " he encontrado otro amigo que me da lo que tú ya no me das".
Lo cierto es que nuestras vidas y las nuestros amigos no siguen los mismos caminos, por lo tanto es normal y lógico que nos distanciemos en algún momento determinado. Es natural, también, que nuestros intereses dejen de ser los mismos que los que teníamos de los 16 a los 30 años, edades en las cuales casi todos teníamos el mismo perfil. Pero qué pasa una vez que empezamos a vivir de otro modo. Qué pasa cuando algunos se casan, tienen hijos, mejoran en sus trabajos, adquieren responsabilidades familiares, profesionales, económicas que antes no tenían. Qué pasa cuando a la vez otros se quedan en los dorados años de juventud y siguen viviendo la vida como si tuviesen 20 años. Qué pasa con los que tienen menos suerte y no logran encontrar su sitio, encajar en algún tablero. ¿Hemos de seguir empeñados en seguir siendo la pandilla a pesar de que ya hay más cosas que nos alejen que cosas que nos acerquen?
Tengo amigas de las de toda la vida, desde la adolescencia, aunque a todas las conozco desde mi niñez. Son las chicas de la pandilla, las inseparables. La mayoría solo nos vemos en fechas muy señaladas, apenas nos vemos 4 veces al año y siempre en fiestas. Eso aunque es mejor que verse en funerales, pero no deja de ser frívolo. Hace tiempo que no tengo una conversación seria con algunas de ellas. Y lo que es peor, me da mucha pereza tenerla. Por ejemplo he sido incapaz de contarles por ejemplo lo genial que ha sido para mí estrenarme como profe, pero es que tampoco he visto ningún interés por su parte en saberlo. Y a mi me da palo contarles algo que les aburra. Y llevo bastante tiempo así, sin contarles mucho de mi vida, dejando que pase el tiempo, con pereza de hablar y olvidándome de lo que ellas me cuentan.
Estoy preocupada, porque siendo
yo una de esas personas que ha vivido a un ritmo diferente al de la mayoría de
mis amigas: nunca me compré una casa, por lo que nunca pude participar en las
largas conversaciones sobre hipotecas, decoración, Euribor varios, etc.... No
tengo hijos, ni quiero. Escuché sus interminables historias de amor con sus
respectivos novios, sus alegrías, emociones, cuándo- cómo- dónde se conocieron,
cómo fue el primer beso, cómo fue la primera vez, cómo es él, lo maravilloso
del amor. Bueno y antes de ELLOS también me trague lo de los otros ellos. Pero cuando yo encontré a mi chico (y también cuando seguía con otros ellos) ellas ya estaban en otra
etapa, alguna ya con dos churumbeles y jamás pude darles la chapa con "mi
rollo de amor", y eso que el mio si que es interesante....jejejeje. He preparado con mimo todas y cada una de sus
despedidas, pero ahora pienso que si yo me casase mañana... ¿se acordarán de
mis desvelos por hacerles la suya especial?
Yo perdí a mi MEJOR AMIGA hace unos años a causa de una metedura de pata MIA. Le dije lo que pensaba y me equivoqué. Y la perdí, y al perderla a ella, perdí muchas cosas. Pero sobre todo perdí a mi confidente, a la persona que me conocía de verdad, que me quería. A alguien con quién me pasaba horas y horas charlando de su y de mi vida, de sus y de mis cosas…Ahora volvemos a ser amigas, pero ya no es como antes…aunque me encantaría.
Hace pocos días hemos estado
"casi todas" juntas. Ya no estamos las que éramos, algunas decidieron
con mejor o peor criterio abandonar la pandilla en diferentes momentos y por
diferentes motivos. Pero eso sí, algunas de las que se fueron ahora se ven
juntas. Otras no se hablan con algunas de las que quedamos como piña pandillil,
otras nos hablamos con todas, aunque hemos pasado épocas de no hacerlo y esto
¡¡genera un stress de pandilla que no se puede aguantar!! Porque resulta que a
veces vas al pueblo y tú quieres verlas a todas, pero es que ésta no se habla
con aquella y aquella no se habla con el otro aunque sí que se habla y toma
cafés con la que no se hablaba antes...y así no se puede vivir. Hace pocos días,
digo, estuvimos juntas. Y vaya la que se lio, se lio tal que creo que ahora
somos una menos en la pandilla. Así de repente, una de las amigas pasó de
decirnos que estaba muy contenta de vernos a todas y que tenía muchas ganas de
que llegara ese momento (porque nos presentó a su actual novio después de haber
pasado unos años complicados a causa de una infidelidad jodida, jodida) a
decirnos que éramos todas unas falsas y que ella a pesar de todo tenía las
espaldas muy anchas (para soportar nuestra falsedad, imagino). La que lio no
fue pequeña. Pero el caso es que por más que intentamos calmarla, e incluso
pedirle perdón por algo que se dijo y que le hizo daño (y yo aquí le doy la
razón a mi amiga “encabroná” porque las mismas bromas a veces, joden), no logramos que se le
pasara el disgusto. Y yo me temo que hemos perdido a otra amiga.
Ella tenía su motivo para
encabronarse, pero nosotros, creo, procuramos que se le pasara. Al menos por la
parte que me toca a mí, lo intenté. Es
cierto, que luego está la sección ligth de mi pandilla, que creo que su
pensamiento es: hoy estamos de juerga y nadie nos va a parar. Y todo aquel que
venga a aguarnos la fiesta es un cortarrollos del 13 y no nos interesa en
absoluto que alguien se sienta mal. Y esto tampoco es. Y esta es precisamente
la parte de mi pandilla que yo no puedo soportar. Pero sobre todo no puedo soportarlo porque
ellas nunca pierden el control de nada (yo sí, muchas veces), ellas parece que
están por encima del bien del bien y del mal, que no va con ellas eso de
pasarlo mal, eso de mosquearse, eso de que algo les moleste…No va con ellas. Y
lo que es peor, es que luego salen inmunes de todos estos malos rollos, luego
la que se ha enfadado deja de hablar a todas menos a éstas que no solo no se
mojan, sino que además, te miran con cara de asquete si montas algún que otro
pollo.
Vale que nos vemos poco, pero
resulta que además de vernos poco ¿sólo podemos hacer frivolidades? Si alguien,
como es mi caso, alguna vez se cabrea porque uno de nosotros piensa coger el
coche para andar 50 km por autovía borracho perdido: ¡jodo la fiesta! Si un día
los comentarios soeces y fascistas sobre gays me calientan las pelotas y lo
digo: ¡jodo la fiesta! Si alguna vez hablamos de temas serios: enfermedades,
problemas, política… (política seria porque la hablamos entre nosotras, no
porque sea un tema serio…al menos no actualmente): ¡jodemos la fiesta!....Eso a
mi ya no me mola tanto.
¿Cuando se acaba la amistad y empieza simplemente la
costumbre? Qué hacemos cuando nuestros amigos, algunos, ya no nos emocionan? No
hacemos nada. Nos alejamos poco a poco. Vamos dejando de verles, así sin
excusas. Sin hacer mucho ruido. Haciendo como que no nos vamos, pero yéndonos.
Viéndonos sólo en ocasiones y poco. No llamando cuando las cosas se ponen feas.
No sabiendo, no queriendo saber de sus vidas. Así se va muriendo la
amistad...Es una pena.
A pesar de todo, yo no quiero renunciar a mis amigas. Me da igual si es por costumbre, porque lo que se es que mejores o peores son MIS AMIGAS, y he vivido muchas cosas con ellas. Demasiadas para que esto desaparezca. Se que a veces la culpa es solo mía, que soy puñetera y un poco quisquillosa. Se que el no querer hablarles de mi vida es algo que he decidido yo, ninguna me ha dicho que le aburra. Y se que alguna vez, o muchas vez, les aburriré, les resultaré cansina, me aborrecerán, pensarán que soy lo peor y además una aguafiestas, pero también se que otras veces me necesitan, me quieren, me ayudan y me escuchan. Cada una tenemos nuestra vida, es cierto y bueno. Ahora solo hay que procurar mantener esa llamita de la amistad, cuidarnos un poco. Y eso, me temo, es la amistad. Sin más florituras. Porque lo de las de Sexo en New York, al menos con mi pandilla no cuela. Y MENOS MAL…..LA VERDAD.
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