Reflexiones de una veraneanta obtusa II. La cansina positividad ajena.

A ver si soy la única. (Ya se que no)

Ultimamente me pasa que no puedo con el positivismo. No es a causa del suspenso, es otra cosa.

Igual que hay personas que te quitan energía a base de negatividad, también las hay que merman tu autoestima a base de positividad. No es tanto positividad, porque a ver, alguien que intenta ver el lado bueno de la vida siempre es un apoyo. Es aquella gente cuya vida parece que no tiene un pero, que su tiempo está perfectamente ordenado, calculado, medido, que cada segundo de su vida está siendo aprovechado. A mi personalmente estas cosas me afectan mucho porque tiendo a compararme y siempre salgo perdiendo.

En la vida de las redes sociales esto suele darse exageradamente, y precisamente en los blogs creo que es donde más. Al fin y al cabo en facebook cada uno publica instantes, todos entendemos que no siempre estamos así de guapos, ni en lugares tan idílicos de vacaciones, ni comiendo manjares...aún así también hay perfiles de gente que piensas, ¿y yo qué coño estoy haciendo con mi tiempo? ¿Cuándo dieron la clase de maximiza tu tiempo y se super feliz?

No hay estrés. El trabajo es ideal, llena del todo; tener un hijo y compaginarlo con trabajar y llevar un negocio es una maravilla que compensa cualquier contratiempo; prepararse un examen es la excusa perfecta para poner fotos en instagram de lo guay que se es (está) estudiando, en fin...todo es perfecto. Idílico. Happy power ranger.

Quizá está un poco deprimida, puede ser. O un poco...harta, también puede ser.

Pero si alguien ha llegado hasta aquí porque piensa como yo, o siente como yo pues le diré:

Que a pesar de que yo disfruté superándome, cuando estudiaba, que hice mi vida intentado vivir por encima de todo pese al encierro,  estuve muy triste porque pasé mucho tiempo sin ver a mis padres, hermanos y amigos. Tuve terribles discusiones con mi pareja durante el último mes y me dieron ganas de tirar la toalla casi diariamente. Antes del verano tuve una crisis tremenda porque sentía  que no encajo en el sur, o en Murcia o aquí mismo. Quizá esta tierra no sea para mí.  Fui incapaz de leer nada por placer en los últimos 6 meses de estudio. No soy una persona que lleve adelante 200 proyectos, con uno ya voy saturada. Hice una entrevista de trabajo y por supuesto no me eligieron y decidí cerrar mi blog de profesora. 

En fin, que de buen  rollo a tope no se puede estar jamás. Otro día os cuento la otra versión, la power ranger, pero con humor. 

Ciao Veraneantes.