Pecados praderiles: La pereza

Todos nos dejamos llevar por la pereza en algún momento. Pero como en casi todo, aquí también hay niveles.

En el nivel 1: Los Piltrafillas de la pereza. Ocurre algo muy curioso, sus seguidores, siendo los menos perezosos del reino perezil, se consideran a sí mismos ultraperezosos. Son los que más se autocalifican como muy perezosos. 
Qué pasa en este nivel, su lema es NO DEJES PARA MAÑANA LO QUE PUEDAS HACER HOY. Aquí hay mucha gente que ante un libro que no les gusta, lo leen más despacio, pero se lo acaban. Si tardan una media de 7 días para leerse un libro que les guste, con estos estarán unos 15, pero se lo terminarán. 
Los piltrafillas de la pereza suelen ser gente muy activa y es por eso que algunas cosas no les dan tiempo a acabarlas y tienen la percepción de que es por pereza, pero ¡no amigos! es simplemente cansancio, falta de tiempo o acumulación de tareas.

En este nivel se suele dar mucho el caso de que lo que se suele dejar para mañana son las tareas del hogar. Aquellas más ingratas, como barrer o pasar el polvo se pueden demorar más, pero no así la plancha, que les encantaría llevarla al día, pero se les suele acumular ropa como mucho de una semana. 

Los piltrafillas de la pereza no van a clase a primera hora un día a la semana y unos tres días al mes van a trabajar sin desayunar. Compran papel higiénico cuando aún quedan 5 rollos, nunca les falta la leche para el desayuno, aunque hay veces que van al límite y tienen que salir la tarde anterior a por ella, cosa que les da mucha pereza. Bajan la basura diariamente, pero con pereza en su mente. Suelen cambiar las sábanas de la cama cada 7 días, aunque se lo piensan mucho y ellos desearían hacerlo más a menudo. Hay casos de perezosos piltrafillas que han llegado a guardar la ropa de la temporada anterior dándole un lavado antes de desterrarla a la caja de la ropa para el año que viene. Este cambio, aunque les da pereza hacerlo, suelen dejarlo para algún  fin de semana, en el que tras terminarse el libro que tanto les está costando y planchar el montón de ropa acumulado, deciden cambiar la ropa de la temporada. Son varias cosas que han dejado para mañana, pero que al final terminan haciendo muy hacendosamente. 
Los piltrafillas de la pereza que estudian una oposición se distraen con cualquier cosa antes que ponerse a estudiar, pero luego lo compensan leyendo cosas relacionadas con sus estudios o no saliendo el fin de semana, o buscando la manera de sacarle más horas a los días. No llevan sus estudios al día, pero conocen a todos sus profesores y saben perfectamente a qué compañero deben pedirle los apuntes en caso de no ir a clase una mañana. 

En el nivel II están, ¡¡tachán tachán!! Los Perezosos máster.
Su lema, muy a su pesar, es el de SI LO PUEDES DEJAR PARA MAÑANA, POR QUÉ VAS A HACERLO HOY. Muy a su pesar porque una de las principales características de los máster es el elevado cargo de conciencia perezil que soportan a causa de su desidia voluntaria.

En este nivel todo es aparcable para más adelante: 
Una llamada telefónica a tu madre, a tus primos, a tus amigos, incluso la llamada para felicitar un cumpleñaos se demora tanto, que terminan estableciendo una especie de ritual: el de ser los que felcitan un mes después, y si alguna vez se caen de un guindo y felicitan a tiempo la cosa pierde mucha gracia, o el amigo felicitado muere del pasmo, o piensa...¡qué raro esta éste! compran la leche al límite, al salir de trabajar se acuerdan de que no tienen para desayunar y entonces  se compra en el chino o en la gasolinera. La plancha se les acumula al mismo ritmo que las lavadoras, o no se pone ninguna en días, o de golpe hay que poner tres así que luego van planchando según se van poniendo la ropa. Hay ropa de otra temporada, no vuelta a poner,  que se queda en el montón de la plancha hasta que llega el ATRACÓN PLANCHIL, en el que planchan sin parar prometiéndose y jurándose que eso no va a volver a pasar jamás.
  El cambio de armario de una temporada a otra lo llevan con cierto retraso, suele pillarles la temporada con el cambio sin hacer, entonces, el frío o el calor obligan: van sacando poco a poco las prendas y los zapatos, que se mezclan en el armario con las prendas de la temporada anterior, hasta que un día deciden que ya no pueden convivir más los bikinis y los forros polares y hacen el cambio. Si los piltrafillas se entretienen en lavar algunas prendas antes de guardarlas, los máster, directamente meten la ropa en la bolsa de "ropa para dar" y por supuesto tienen un montón de bolsas de "ropa para dar" acumuladas debajo de alguna cama. A veces los máster en la temporada siguiente rescatan prendas de estas bolsas para su armario, señal inequívoca de que se guardo allí por pereza y no por interés real de donar esa ropa.
Un máster puede ponerse el despertador a las 09:00 de la mañana y levantarse a las 12, tras pasarse la mañana dándole al botón del apagado porque tienen la función snooze activada y el despertador ha estado sonando cada 7 minutos desde las 09:00 hasta las 12:00. Un perezoso máster llena el depósito de gasolina 15 kilómetros después de marcar la reserva.  No le ocurre con todas las cosas, pero no es raro que se le caduque la garantía de algún aparato roto sin que le haya dado tiempo de llevarlo a arreglar. Estudian todo, el día de antes, o al límite. Los máster son de atracones finales porque siempre les parece que les queda tiempo de sobra, mañana sin falta, mañana sin falta...es su lema. Los máster envidian la actividad de los piltrafillas, querrían hacer tantas cosas como ellos, en su mente desearían ser activos, pero en realidad, la pereza les gana y nada mejor que pasar la tarde sin obligación ninguna. Los máster van con mucha ilusión a Ikea, para luego tener los paquetitos de cómodas, estanterías, espejos, mesas...semanas sin montar. Un libro que no les gusta, no se lee. Se abandona, pensando que en otro momento se retomará, pero eso no se hace jamás. Incluso hay libros que les gustan que se abandonan, simplemente por pereza. 


Y en el nivel III están, ¡¡tarara, tatarar ta tatata taaa!! Los perezosos Cum laude, aquellos cuyo lema es SI LO PUEDES HACER MAÑANA, TAMBIÉN PUEDES HACERLO PASADO MAÑANA. Aqui está la gente que no plancha, jamás. Que tira tuperwares porque la comida lleva tanto tiempo ahí metida que no se atreven a abrirlos no vaya a ser que eso haya diyivolucionado a animal peligroso y sufran un ataque de pollo en pepitoria en 3D. Estudian un día entre semana, se pegan una paliza del 15. No suelen ir nunca a clase, el día que van se les reconoce porque son los que llevan la ropa arrugá. Pueden pasarse un día en la cama: viendo la tele, leyendo, jugando a videoconsola..con el chandal del día anterior sin quitar, algunos incluso no duermen en la cama, sino directamente en el sofá. Llevan una garrafa de gasolina en el maletero porque ya se han quedado más de una vez con el contador a cero. En su armario convive ropa interior, con ropa de baño, gorros y bufandas y abrigos y camisetas de tirantes de las últimas 8 temporadas.  La ropa interior se lava el día que empiezan a usar el bañador o el bikini como braga o calzoncillo.  El papel higiénico se compra después de haber empezado a tirar de rollo de cocina. Si no hay leche se desayuna en el bar de abajo. No compran en Ikea. Los perezosos cum laude nunca devuelven nada que se les preste, no porque se lo quieran quedar, sino por pereza. Muchas veces tienen la inteción de hacerlo, inlcuso llegan a prepararse el objeto de la devolución para dárselo a su dueño, pero un soplo de la diosa pereza y al ir a salir por la puerta piensan: hoy no se lo llevo, que igual no nos vemos. Mañana se lo daré. Y cataplás. Si un libro no les gusta, lo dejan, pero la desidia de leer se les impregna de tal manera que les cuesta meses volver a ponerse con otro. Los perezosos cum laude nunca deshacen una maleta, la maleta se va deshaciendo por la inercia de necesitar cosas que van en ella. Pero siempre se queda alguna prenda olvidada y perdida para siempre. No se toman la molestia de emparejar los calcetines y por eso es fácil que lleven uno de cada. Las tareas del hogar no son lo suyo y desarrollan una admirable capacidad para vivir entre desorden y platos amontonados, sin que les produzcan ningún fallo neural tanto caos. Los perezosos cum laude aprovechan que tú les llamas un día para hacerte un pack de felicitaciones y ya dejan zanjado el asunto para el año felicitándote de golpe todos los eventos importantes: fiestas, cumples, paternidades, bodas...


¿Cúal es tu nivel? Piltrafilla, máster o cum laude.  Yo estoy en el segundo grupo, como alumna aventajada.

















5 comentarios:

  1. Jajajaja muero de risa... Yo soy del primer grupo totalmente, siempre tengo esa sensación de haber procrastinado en exceso y lo de la leche y el papel higiénico, ¡¡tal cual! Lo que me he podido reir leyéndote. ¡Eres genial!

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    1. Jejeje, pues de eso se trataba, de reírse.
      Gracias por tus piropos!!!!!

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  2. Piltrafilla o al menos eso me gustaría. creo que acabo de descubrir tu blog, aunque con lo despistada que soy podría ser que ya te hubiera leído antes. me ha encantado. felicidades por el blog y por tu boda. Nos vemos por aquí.

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  3. YO estoy en el segundo, con dejes del primero... XD Creo, vamos.

    Muáaaaaaa

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