ENTRADA RUSA: Sobre Reinventarse

¿qué es una entrada rusa?

Este post es la respuesta, versión extendida, al post de Cristina.


Que conste que el post me gusta, comparto lo que dice, y me apunto esas pequeñas píldoras de cositas que hay qué hacer pensando despacito. Pero ha sido acabar de leerlo y echarme a llorar. A llorar de pena, compasión de mi misma, de rabia y de alegría. Así tal cual.
Yo me reinventé, de arriba a abajo hace 4 años. La semana pasada hizo 4 añitos que dejé una vida para empezar otra. Super ilusionada, motivada al 1000x1000, dispuesta al esfuerzo, a sacar lo mejor de mí, a ser feliz...A superarme a mí misma. Invertí tiempo y dinero, casi todo el que tenía ahorrado (ya no tengo nada) en dar ese paso. Estudié una oposición a  mis 36 años. La aprobé muy dignamente. Me formé, seguí estudiando, gracias a una beca pude hacer un máster relacionado con la oposición, porque si quería ser profesora tenía que ampliar mis conocimientos. Me gasté el dinero en cursos en el instituto Cervantes....En mi vida personal, todo cambió. A mejor.
Trabajé de profesora, 5 días. Y tras eso estuve dispuesta a volver a prepararme una oposición que no llegó a salir. Entonces pensé que debía tener una idea, montar algo yo. Algo brillante, que no necesitase inversión y que implicase cambiar una mentalidad de perfecta ayudante a emprendedora. Para ello fui a mil charlas, talleres, jornadas sobre emprender (sigo yendo por si algún día salta la liebre en mi cabeza), aprendo mucho, mucho, pero....
Empecé un blog, para animarme, para demostrarme que seguía viva, para escribir. Me hice voluntaria, para ofrecer gratis, lo que no puedo hacer trabajando: enseñar. Hice un curso de narrativa, lo intenté con el inglés (pero el inglés es una de esas cosas que no me hace feliz), decidí correr y adelgazar y estoy en ello. Decidí, definitivamente, renunciar a ser madre.
 
Me reinventé. LLevo 4 años reinventándome. LLevo 4 años preparada para todo. Buscando en mi interior lo que me haría feliz, porque ya estuve 10 años, currando y ganando dinero y aprendí que no siempre eso da la felicidad (aunque yo no me puedo quejar porque tuve un trabajo muy bueno, pero me faltaba saborear la vida de otra manera). Llevo 4 años pensando que sería feliz trabajando en una librería, en una biblioteca, en un centro cultural, en una editorial, en un centro escolar...Llevo 4 años dándole vueltas a todo. Sacrificándome, luchando por ser más feliz.
Esta semana he vuelto a plantearme lo de prepararme las oposiciones. Me he encontrado, de nuevo, con la realidad. Estoy mayor. Sí, estoy mayor. El plan consiste en preparar una oposición y estar dispuesta a irme donde salga...Ya...pero yo soy mayor. Yo ya me reinventé así hace 4 años, y antes lo hice hace 22. Primero me fui de casa de mis padres a Madrid. 18 años después, me vine a Murcia. En Murcia está mi vida, mi casa, mi pareja, mi plan...No cabe irme ahora a trabajar a ¿donde? ¿a Cáceres? ¿a Santander? ¿De nuevo a Madrid? ¿A Andalucía? Y ¿qué hago? ¿me reinvento de nuevo? Dejo a mi novio...lo dejo todo por un trabajo.
 
Yo lo he intentado. Lo estoy intentando. Pero este esfuerzo, y ni un solo fruto...bueno, sí, trabajé 5 días y en el voluntariado me va muy bien...¿soy feliz? sí, claro que lo soy. Pero a veces, como ahora se me pone un nudo en la garganta y lloro sin parar. Porque se me pasa el tiempo, porque me falta algo, porque no se....me da rabia, me da envidia que haya gente que lo logra y yo no.
 
Reinventarse no es fácil. Es más, es muy jodido. Es tremendo. Y me da igual que sea de valientes, porque eso no me consuela.
 
Yo quería ser profesora de lengua y literatura, el gran sueño, y di el primer paso a pesar de que sabia que igual nunca llegaba a lograrlo.  
Yo quería escribir y me abrí un blog y me apunté a un taller de escritura a pesar de saber que mi inconstancia ya me había hecho fracasar en esta empresa varias veces.
Yo quería ser más feliz y me vine a vivir con mi novio, a pesar de que eso suponía dejarlo todo. TODO.
Yo quería adelgazar y me puse a correr, a pesar de que era incapaz de aguantar un minuto.
 
 
Por eso ese post de Cristina me ha hecho llorar. Por un lado porque las semillas que planto no dan frutos, y la verdad, alguien puede decir, quizá no son las mejores semillas, quizá debas regarlas más, quizá tu esfuerzo no es del todo esfuerzo. Pero por otro lado yo soy feliz. Se que soy feliz. Estoy bien y lo único a lo que tengo miedo es a quedarme, de viejecita, sola, en la calle, sin dinero...y enferma. A pesar de todo, a pesar de mi no buena suerte, soy feliz en mi presente. Mi día a día me gusta. No quiero pensar en el futuro, pero no puedo dejarlo pasar. No quiero dedicarme otro año a estudiar una oposición como si no hubiera mañana, no merece la pena tanto esfuerzo para las escasas oportunidades, o nulas, que voy a tener. Alguien pensará que no me sacrifico lo suficiente. Es verdad, no soy una persona sacrificada, no  me gusta sufrir. Me gusta vivir. Y con el paso de los años eso lo he aprendido muy bien, o vives el día a día, o el futuro te engullirá en cualquier momento y ya no hay vuelta atrás. Y a los 20 años, incluso a los 30, uno puedo permitirse el lujo de perder el tiempo, pero yo no quiero perder ni un solo minuto más andando por  caminos cortados.
 
He llorado de compasión, y he llorado de alegría porque, a pesar de todo, vivo bien. No tengo dinero, no puedo disfrutar de grandes cosas, solo de las pequeñas, pero estoy bien y al mismo tiempo estoy mal. Se disfrutar de lo sencillo y eso es un premio, pero sufro mucho cuando pienso que no he logrado todo por lo que he peleado. He hecho muchas cosas en estos 4 últimos años. He cumplido sueños de esos gigantes, que dice Cristina. Pero no he recogido los frutos que yo esperaba. Y ya no se si quiero sembrar más.

16 comentarios:

  1. No te puedes imaginar cómo me ha conmovido esto .
    Me ha hecho aprender que a veces detrás de un comentario sin mayor importancia hay mucho sufrimiento .
    La vida no es nada fácil y todos hemos pasado por momentos durísimos y a veces nos perdemos y nos aterroriza no encontrarnos .
    Si yo te pudiera ayudar , sería un maga y no lo soy .
    Sólo te puedo decir que no pienses en el futuro tanto .
    En realidad el futuro no existe
    Y tu misma dices que eres feliz , sigue tu instinto y no te lamentes por lo de atrás , cada día sale el sol otra vez .
    Tu has escrito que eres feliz en el día a día .¡quedaté ahí!
    Haz planes , toma decisiones , llévalas a cabo pero saca la lengua para saborear el helado de chocolate que tienes en la punta de la nariz .
    A veces el sentirse triste viene muy de dentro , sin tener mucho que ver con lo que pasa fuera
    Si alguna vez quieres desahogarte aquí tienes a alguien que no tiene ni idea de como consolarte .
    Así estaremos igual .
    Un besazo enorme

    ResponderEliminar
  2. Coño, Perri, que he escrito un comentario y se me ha borrado!!!
    Bueno, aunque entre lo que decía y nada... :S
    Decía que soy de las que votan por reinventarse pero que te entiendo perfectamente.
    Decía que me ha llegado tu historia y que creo que yo me sentiría igual.
    Y decía que siento ser más joven que tú y no poder darte una opinión desde el futuro, de esas que vierten los más mayores que nosotros y nos hacen ver que a nuestra edad aún se podía hacer todo, que aún era pronto, que aún tienes tiempo.
    Peeero soy una jovenzuela y no tengo buenos consejos ni opiniones, sólo que te comprendo.

    ResponderEliminar
  3. Bueno, mi comentario no creo que llegue muy lejos, ni que al leerlo te "consuele" mucho, pero te he leído y he sentido lo que tú. Y, a pesar de cómo terminas, que no piensas sembrar más, alguien que ha hecho ya tantas cosas, seguro que no deja de sembrar, aunque sea "solo" para conseguir cosas pequeñas.

    Chao!!

    ResponderEliminar
  4. La del "hola" de antes soy yo. Quería hacer una prueba, si realmente lo que escribiera aparecería en tu blog (es la primera vez que escribo comentando en uno).
    Realmente me ha conmovido leer hoy esta entrada. La verdad es que he leído todo lo que has escrito aquí, y me veo en muchas ocasiones bastante identificada. Yo también tengo casi 40 años (uff como suena, me parece mentira). También siembro y no recojo lo que preveía, no obtengo los resultados que yo imaginaba. Veo que la vida es una lucha constante, un no parar. Cuando tienes algo, es como que le restas valor y vuelves a luchar por otra cosa...(o al menos eso me pasa a mi a veces). En otras ocasiones luchas por algo y no lo consigues, pero a la vez da miedo tirar la toalla. Te planteas "¿y si hubiese seguido un poquitín más?" "¿y si..."?
    Yo también me replanteé la vida hace unos años, justo cuando comenzó esta crisis. Me tiré por un camino con ilusión, pero sin saber que fue el peor momento para iniciarlo. Pero ahí sigo, no quiero volver atrás, ni puedo ni quiero. He de seguir, estoy inmersa en unas oposiciones..."que si no es buen momento, que es una locura, que no van a salir plazas, que...". Mira, yo me he liado la manta a la cabeza, porque lo que hay fuera (otros trabajos) no es nada nada alentador, y paso!, yo sigo adelante. Quiero luchar, quiero seguir, quiero intentarlo, quiero invertir unos pocos años mas (me autoilusiono pensando que algún día se necesitará personal, y habrá suficientes plazas, entonces yo ya estaré suficientemente preparada). Tengo días de todos los colores, pero no voy a tirar la toalla, quiero hacer otro esfuerzo más, lo necesito.
    Con todo este rollazo, sólo te quería decir (si es que lo lees) que ánimo, que hay mucha gente así, que nos replanteamos la vida cuando llegamos a cierta edad, hacemos balance, así es la vida. Forma parte de ella el venirnos abajo, el frustrarnos, ilusionarnos...pero hemos de seguir, al menos que cuando echemos dentro de unos años la vista atrás, pensemos que lo hemos intentado (y oye, seguro que hemos conseguido muchas cosas buenas).
    Un saludo. (Gracias por este blog)

    ResponderEliminar
  5. Cuando dejé de estudiar oposiciones, hará unos años, me sentía más o menos así. Sabía que no era mi camino, aunque todo pareciera indicar lo contrario, pero no me hacía feliz estudiar tanto y tanto para luego luchar en una batalla que no me motivaba. Así que lo dejé, y tras algún camino cortado de esos que dices, apareció una salida que se mantiene, pese a todo y todos, en mi vida, aunque a veces ni yo misma me lo crea. Y aunque a veces lo más sensato hubiera sido bajarse de ese tren. No lo sé, la vida es complicada, pero estoy segura de una cosa, que no vas a terminar siendo una viejecilla sola. Un beso enoooorme :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por cierto, soy Lya, que por cosas de privacidad y neurosis varias he cambiado el título del blog y del perfil de blogger.

      Eliminar
  6. Pues yo me quedo con el "Soy feliz hoy". Ojalá yo pudiera decir lo mismo la mayor parte del tiempo, porque lo cierto es que aunque me sé una tía con suerte y me siento afortunada, feliz, lo que se dice feliz, pues ...

    Tú decides tu camino. Yo nunca, pero nunca nunca, seré capaz de hacer lo que tú hiciste hace 4 años. Soy una cobarde, y quizá por eso el mundo no es mi sitio :P. Uno lo intenta, y se esfuerza, y si el mundo fuera justo...Pero no lo es, y no siempre recogemos lo que sembramos. A veces el tiempo no acompaña, a veces los bichos nos estropean las plantas, y a veces...a veces nos roban las sandías, Perri. La vida es así. Pero lo intentaste. Mucho. Y yo no creo que hayas fracasado. ¿Qué quieres? ¿Que al primer intento el árbol se te llene de membrillos? Eso lleva más de una temporada, querida. Y no sé.. Creo que lo has ido haciendo bastante bien. ¿Las oposiciones? ¡Aprobaste! Más de lo que pueden decir muchos. Estás en una lista de interinos que, oye, algún día tiene que moverse. Y lo de correr... Te envidio. Cada vez que me monto en la bici estática, pienso en ti y en l oque has conseguido corriendo. Y has adelgazado, y estás más firme. Y lo más importante, lo haces, lo sigues haciendo. Y el blog... te aseguro que yo soy un membrillo muy muy gordo y no me caigo de la rama mientras esto esté plantao. A veces eso es lo que vale. No todos podemos ser Stephen King, o lo que sea, pero escribir es escribir. Aquí, en una servilleta o en un libro de la editorial Planeta.

    Y nada, un rollo que te he soltao, sin orden ni concierto ni nada. Que se te quiere, Perri. Que llegas. Que mereces la pena. Que hay que seguir regando el membrillo para que dé más frutos. Y si no, pues se cambia de cultivo, y aquí paz y después gloria. Muá.

    ResponderEliminar
  7. Gracias por estos comentarios tan sentidos.
    Los he leído todos y me quedo sin duda con la empatía y con saberme entendida y en cierto modo igual a todo el mundo, pues quien más quien menos pasa alguna vez por estos trances.
    Muchas gracias por haberos tomado el tiempo de dejarme aquí un pedacito de vosotras. He sentido que recogía un fruto bien sabroso, la verdad que sí.

    Muchos besos.

    ResponderEliminar
  8. Tú tuviste el valor de reinvertarte y ahora eres feliz, quédate con eso; aunque tengas razón en todo lo demás; quédate con eso. Y entiendo perfectamente el bajonazo, me parece absolutamente lógico, pero siéntete orgullo de haberlo intentado.
    Además, si algo "bueno" tiene eso que llaman futuro es que es incierto...

    ResponderEliminar
  9. ¿Tú te escuchas? Mejor ¿tú te lees?
    Dices que "eres feliz" que "te sientes bien con tu día a día", ¿conoces a, digamos, una docena de personas que puedan decir lo mismo? Yo, no.
    Dices que lo único que temes es la vejez en soledad ¿y quién, no?

    Lo siento, no empatizo contigo esta vez.
    Creo que tu vida es muy rica, porque "vives". Te arriesgas, luchas, apuestas por el amor, enfrentas miedos, escribes, tomas decisiones... Casi nadie de los que me rodean lo hace, incluida yo misma.
    Tenemos un trabajo y un buen sueldo (da pudor decir esto, pero es verdad) y, sin embargo, odiamos lo que hacemos, nos frustra, pero seguimos, diez años, veinte... toda la vida... perdida.
    Muchas veces he deseado abandonar y cambiar como tú hiciste y, todavía no he tenido el valor. ¡Te admiro¡

    Lo único que te falta es un trabajo remunerado, bueno, a ti y a millones de personas. No es poco, son momentos difíciles, pero pasarán, sobre todo con tus recursos. La valentía no tiene precio. Puedes perder un trabajo o dejarlo, pero el valor te acompaña siempre, es tu riqueza personal.

    Entiendo que la espera de cuatro años te pese, pero mira, esta mañana escuché que un roble tarda cincuenta años en dar bellotas... sigue sembrando.

    ResponderEliminar
  10. Tienes que leerte, eres feliz!! Qué mas da que la felicidad no te la produzca aquello que pensabas hace 4 años que lo haría: eres feliz!!

    Es normal que después de estos 4 años vuelvas la vista atrás y pienses en si mereció la pena, en cuáles han sido los frutos que te ha dado aquella decisión que tomaste, es normal.

    Te entiendo muy bien en el desánimo de las oposiciones, yo me planteo muchas veces irme fuera de España a trabajar pero miro a mi alrededor y no quiero dejar lo que tengo.

    No sé si es cobardía o ingenuidad de que algo me está esperando pero mientras tanto hay que disfrutar de lo que nos hace feliz, que es en pequeñas pildoras... pues bueno, pero ahí están.

    No dejes nunca de creer en ti misma, nunca.

    Te ailoviamos

    ResponderEliminar
  11. Llevo una temporada tan sensible que no quería leer tu entrada, porque sabía que me iba a hacer llorar a mares.Sí, sí, ya sé que no hay consuelo y que yo tengo 11 años menos que tú y que todavía queda mucho camino... Pero supongo que es normal que a veces me haya sentido un poco así. Ver que siembras, inventas, exploras caminos nuevos y luego NADA. Pero eso de nada es mentira, sí que hay algo, aunque no consuele: aprendizaje, nuevas motivaciones, nuevas habilidades, logros que ni siquiera sabías que existían...
    Perri para mí eres tan genial que me da rabia que pienses estas cosas de ti misma. Por ti y por mí, egoístamente, porque no soy capaz de devolverte ni una miajita de lo que tú nos das con tus comentarios que están tan llenos de comprensión y empatía.
    No eres tan inconstante como crees, has conseguido todo eso que pones ahí arriba y seguro que mucho más. Relee entradas anteriores, donde hablabas de tu edad, del sentimiento de correr, de todas esas cosas que te hacen feliz y te llenan. Reléelas y verás que no todo es blanco o negro.
    Y ¿qué más da que haya gente que corre una hora a la semana de empezar? Mi padre siempre me dijo que todo aquello que conlleva trabajo y esfuerzo después se valora mucho más. Y no se olvida. A mí me costó querer mi trabajo, por ejemplo, quererlo de verdad. Y ahora me siento orgullosísima de todo lo conseguido hasta el día de hoy, aunque para otros sean logros de mierda.
    Por supuesto espero que consigas ese plus que te falta, que consigas autorrealizarte en todas las facetas, incluida la laboral, pero mientras eso llega (aunque esté manido; la cosa va tan mal que asusta...) disfruta del camino.
    Ya sé que no es consuelo pero te cuento un secreto: a veces a mí también se me pone un nudo en la garganta y no paro de llorar. Ayer fue el día. Lloré por todo, y hoy un compañero de mi antiguo cole me ha abrazado y he vuelto a romperme como una niña pequeña. Pero mañana ya lloraré menos, seguro :**

    Y vaya tochaco para la colección...

    ResponderEliminar
  12. Perri, querida, que hablando de reinventarse, sigo teniendo el mismo blog pero he cambiado de dirección, así que tu blogroll no te llevará hasta mí salvo que lo cambies, ahora vivo en www.elblogdeanita.com, oido cocina? ;)

    ResponderEliminar
  13. Poco más puedo añadir a lo que ya te han dicho, pero es que solo con leer que ahora eres feliz, ya has ganado mucho.
    Antes de abrir mi blog actual, me sentía que no servía para nada y que me pasaría la vida como un mueble. Era una persona muy insegura y que no se valoraba nada debido a mis circunstancias familiares.
    A día de hoy todavía no he conseguido nada grande, pero en el transcurso de este tiempo he conseguido muchas cosas pequeñas. Lo más importante es que también puedo decir que soy feliz. No te infravalores porque desde que te leo tú también has conseguido muchas cosas pequeñas.

    ResponderEliminar

Ahora me encantaría saber qué piensas tú