CORRER 6. Evolución corporal.



 El fin de semana del 10 de mayo estuve en perripueblo. Una de las cosas que estaba deseando hacer era correr por allí. Llevaba 4 meses sin ir a mi pueblo, desde el 6 de enero, cuando me fui con mi promesa bajo el brazo de que me iba a convertir en una corredora. Y regresaba a "casa" con el trabajo hecho y con las ganas inmensas de probarme en mi tierra.

El sábado por la mañana me puse el equipo y me fui con mi chico a hacer un recorrido.

Deciros que disfrute hasta casi las lágrimas no es exagerar. Ir corriendo por senderos, caminos tantas veces andados me emocionaba. Ver que era capaz de correr y sentirme feliz  me daba un subidón que no os podéis imaginar (bueno, los que corréis seguro que sí sabéis a qué me refiero), y llegar hasta donde llegué corriendo y tener la certeza de que tenía fuerzas de sobra para hacer el camino de vuelta  también me hizo emocionarme con mi logro y sentirme verdaderamente invencible. Corrí 46 minutos, pero podría haber corrido otros 46. Estaba pletórica, dopada de entusiasmo.

 

Correr por perripueblo fue genial también por el paisaje. Correr entre dos ríos de aguas cristalinas, rodeada de árboles, disfrutando de una mañana soleada pero fresquita y contenta de estar en mi tierra me cargó las pilas. Me reconcilió con el mundo.

 

El resto del día lo pasé pletórica. Me sentía poderosa. Y además, debo decirlo y perdonad la falta de modestia, pero así como otras tantas veces he padecido el que me dijeran eso de:

- Pero Perri hija, cómo te has puesto de hermosa o simplemente - has engordado una barbaridad, ¿no?

Pues esta vez la gente me miraba y me decía todo lo contrario: que estaba superguapa.

Jejejejeje...lo mío me está costando.

 

Pero no, no es verdad. Correr para mí no es ningún sacrificio. Me cuesta ponerme a ello. Sobre todo porque, aquí, tengo que ir andando hasta el lugar en el que corro (ya hemos dejado de ir a la pista polideportiva, ahora corremos por una zona "verde" mucho mejor. También al lado del río, aunque éste no es crsitalino, pero la zona está muy bien para correr, pasear, andar en bici...) y son unos 15 minutos de paseo por las callejuelas del pueblo y hay días que da pereza empezar. Pero una vez que lo hago no lo cambiaría por nada. La semana pasada les decía a mis amigas, por guasap, que me apetecía mucho comer dulces y una de ellas me contestaba que no, que luego me tocaba correr para quitarme los kilos, pero pensé que eso ya no era problema, que correr me gusta. Así es: me gusta.

 

De todos modos también tengo mis momentos de bajón y días en los que me cuesta un montón mover mi pellejo. Me pesan las piernas y no soy capaz de coger un ritmo equilibrado. Pasé unos días depre porque veía que no avanzaba mucho. Me metía en foros y leía que la gente iba a toda leche: corriendo y adelgazando. Un especialista me recomendó que fuese un poco más despacio de lo que iba, yo de por sí ya voy lenta, pero le hice caso. Me recomendó correr más tiempo, pero más despacio. Y desde entonces voy mucho mejor. Yo me guiaba antes por las pulsaciones que me dijo mi monitor de spining que debía llevar en clase, pero para correr estaban siendo muy elevadas, de manera que me costaba bastante correr más tiempo, porque me faltaban energías. Ahora, hay momentos, algún día, en los que voy tan cómoda que ni me entero de que estoy corriendo. Cuando pasa eso procuro meterme un poco de caña, porque ya sabemos que el cuerpo se acostumbra a todo y de lo que se trata es de superarse poco a poco. Sin prisa pero sin pausa.

 

 

 

Os voy a dejar, para acabar, unas fotos mías, de mi cuerpÍN. De la perrievolución de mi cuerpo desde que empecé a correr. Me da un poco de corte, pero el sentido de las fotos es  motivar a aquellos que lleguen hasta aquí buscando un aliciente para ponerse en marcha. A mí antes de empezar a correr me gustaba buscar fotografías de la gente, antes y después. Creo que lo hacía con la ilusión de saber que corriendo adelgazaría de verdad.  No son muy buenas,  están hechas con el móvil y les falta definición, pero creo que para haceros una idea aproximada de mi evolución corporal sirven. Sobre todo si os fijaís en la "papada". 

 

En enero, cuando empecé a correr pesaba 80,6 kilogramos.

El jueves pasado: 73,4 (hoy seguro que un poquito más...las fiestas...)

 

Yo creo que sobran las palabras.

 

Solamente decir que me veo mucho mejor, pero sobre todo me siento mejor.

 Ya soy capaz de correr 45 minutos seguidos. De verdad, que ahora lo que me parece IMPOSIBLE es que los primeros días sólo fuese capaz de correr 1 minuto seguido.