CUANDO NO EXISTÍA EL MOVIL

Si seré viejuna, que mi primer trabajo (serio, después de el de teleoperadora) fue en AMENA. Amena entonces solo vendía móviles de Prepago. Los vendían en los VIPS. Eran los ericsson, muy feos y eran verdes, creo recordar.

móvil antiguo, pero no
es éste al que me refiero

Pues a mi reclutaron para AMENA, bueno, no me contrató Amena directamente, que jauja hubiera sido eso en aquellos tiempos que algunos dicen de trabajo sin fin...( y yo me descojono) de Aznar. Nos contrato una subcontrata. Que se llamaba DTG. La D no se a que se refería, pero la TG eran: telemarketing group.

Pero no, no era teleoperadora. Lo que AMENA empezó a hacer allá por el año 1999, fue EL POSTPAGO o sea los contratos. Y allí empecé yo. Primero nos dieron una formación de aplicaciones informáticas muy sólida. Gracias a ello yo se hoy de informática, de programas. Porque yo en mi casa JAMÁS TUVE ORDENADOR. Eran muy caros. Mis trabajos de universidad los escribí con una maquina de escribir eléctrica, que era una gozada, y que me compré y luego volví a revender en un CASHCONVENTERS o tienda de segundamano.

Sigo con Amena. Empezamos 15 personas dando de alta contratos de postpago. La novedad, entonces, era que la gente podía dar el alta de su teléfono desde la propia tienda. En el día!!!. Eso ahora es el pan nuestro. Pero entonces, era la ¡¡OSTI TÚ!! Las tiendas de Amena eran monísimas, todas verdes. Y la publicidad que hicieron fue muy eficiente. El caso es que tras esos contratos estábamos 30 personas. 15 en turno de mañana y 15 en turno de tarde, el mío. Nuestro centro de trabajo era parte de una oficina de la Calle Orense, en Madrid. ¡¡Pero qué parte!!, estábamos en una especie de trastero de la oficina. Escondidos. En un rincón que ellos usaban claramente para amontonar ordenadores, sillas, mesitas, cajoneras, archivadores viejos o estropeados. Allí estábamos los 15. En una super mesa. Cada uno con nuestro ordenador y currando.

Sólo uno de los compañeros tenia móvil. Y se lo compró en el VIPS que teníamos debajo de la oficina una de las  tardes en las que ya currábamos allí. Compró un móvil de prepago de AMENA. Supongo que por corporativismo, jajajaja!!

mi 1er móvil

Cuando me fui de AMENA, poco más de un año después, las oficinas estaban en la Moraleja. O en el parque empresarial que hay en San Sebastián de los Reyes (Madrid). Se ve desde la carretera A-1. Justo al lado de una iglesia a la que suele ir Tamara (la de la Preysler a misa, lo vi en el Hola un día en la pelu) y de un gran centro de ocio. En el turno de tarde eran unas 200 personas. Y ese día, el día que me fui de la empresa TUVE YO MI PRIMER MÓVIL: un NEC DB 2000, que era entonces la joya de AMENA. (Una pena que en un cambio de móvil lo di en la tienda para que me saliera más barato el nuevo...ahora me encantaría conservarlo, sobre todo porque fue un regalo de los compañeros, ¡¡¡¡joder!!!! no debi haberme desprendido de mi NEC)

Antes de todo esto, hablo del año 2000, no existían los móviles, bueno unos años antes sí existían pero era muy raro tenerlo o era cosa de yupies o muy asociado al trabajo. Pero unos pocos años más antes, si que no existían. Los móviles eran ciencia ficción. ¿Os lo podéis creer?. Pues yo lo he vivido.

Como era la vida sin móvil...Pues era trepidante, improvisada y muy arriesgada!!!

EN LA RESIDENCIA.

Yo pasé por una residencia de estudiantes antes de irme a compartir piso. Ahora en las residencias o colegios mayores, cada uno con su móvil, Ipad, portátil, está conectado con el resto del mundo a golpe de clic y sin mayor problema. Pero en mi residencia....¡¡¡¡lo del telefóno era ¡¡¡¡¡LA GUERRA!!!!!

La resi tenia 6 plantas y cada planta 2 teléfonos de entrada de llamadas.

Cuando alguien te llamaba, a tí te avisaban por megafonía ¡¡¡en toda la residencia!!. Decían tu nombre: PERRI MEISON, PERRI MEISON. Que era el equivalente a ring, ring, ring...pirbiribii, piriribiriribiii o cualquier canción de pit bull, de tu móvil. [Quiero decir que era ¡¡¡una tortura!!! estar escuchando por megafonía, sobre todo a determinadas horas, cómo llamaban a gritos a las chicas.]

 Esto quería decir que te buscases la vida que tenías llamada. ¿Buscarte la vida? pues sí. Porque si tenías la suerte de que te llamaran fuera de la hora punta, o prime time, tu salias de tu cuarto, te dirigías al teléfono de tu pasillo en tu planta y bla, bla, bla, bla...a hablar con quien llamaba. Pero, si te llamaban en hora punta, ¡¡¡¡se liaba parda!!. Porque cuando te avisaban lo que no sabían era que teléfono estaba libre. Y puede que en el momento de entrar tu llamada solo quedase un teléfono de entrada libre en toda la resi, lo que suponía que tu tenias que salir de tu cuarto "follá" y ponerte a buscar TELÉFONO, igualito, igualito que si participases en una gymkana. Y eran 6 pisos!!!! el edifico era un inmueble antiguo de Madrid convertido en Residencia. 6 pisos, con dos pasillos por piso en cada uno de los cuales había un teléfono....(o dos no recuerdo ya) y tu buscando. Algunas veces, las chicas, te avisaban a grito pelao y te decían:

¡¡¡¡¡¡EN EL 4º PISO HAY UNO LIBRE!!!!!!!!!

o al contrario....

¡¡¡¡¡NO VAYAS AL 6º QUE ESTÁ OCUPADO!!!!!! ´

Mi novio (de entonces)  que a veces me llamaba desde Portugal, otras desde Canarias...cuando yo llegaba ya se le había acabado el duro de la cabina....o el pobre se dejaba la pasta en llamarme. Así que al final optamos por hablar a horas muy intempestivas, pero dentro del horario, claro. Porque puesto que el sistema era megafónico,  no se podía estar llamando a las muchachas a cualquier hora.

Llamadas perdidas.
Era PRE-móvil

Lo de llamar DESDE LA RESI era otro cantar. Muchooooooooo peor. Aquí había solo 2 cabinas. Y se formaba cada pollo que para qué a la hora punta. Yo creo que todavía debe haber una cola en algún sitio de chicas que están esperando para llamar desde esa cabina.

Yo no llamaba mucho...¡¡¡hasta que empezó a salirme gratis!! (en otro post)

EN EL PISO DE ALQUILER.
Cómo llamabas? Cómo se pagaba la factura cuando todas habíamos hablado por teléfono? ¿cómo hablar con un poco de intimidad? ¿cómo ajustar los tiempos de habla?
Primero teníamos un bote, para las llamadas locales. Cada vez que llamábamos echábamos un mínimo de 15 pesetas, creo. Las llamadas nacionales afortunadamente venían detalladas y el ritual de desglosar la factura de teléfono era todo un clásico en el piso. Nosotras teníamos que apuntar en una libreta los nº a los que llamábamos y la fecha.  Y luego era ir haciendo un excel casero y manual.
Cuando empezaron a venir también detalladas las llamadas locales fue una gozada. Porque en el bote siempre faltaba dinero. Lo malo es que teníamos que apuntar ¡¡¡¡todas las llamadas que hacíamos!!!. En fin, al final era pura rutina. Pero la fiesta del desglose de la factura era mayúscula. Era un rollo. Tanto que cada mes le tocaba a una pareja hacerlo. Imprescindible para realizar esta operación contable un paquete de cigarrillos y un buen cenicero. Me recuerdo haciendo las cuentas y fuma que te fuma. (Ya no fumo)
Pero el teléfono común en un piso de estudiantes era como el juguete. La de sorpresas, alegrías, penas, aventuras...que han podido pasar alrededor de este aparato. Yo se desde una cita a ciegas hasta enterarnos de que una compi  estaba trabajando en un sexshop (porque ella quería, pero casi, casi obligada por su pareja). Con los móviles pasan otras cosas, pero no éstas.

LOS NOVIOS. O MEJOR DICHO LOS LIGUES.
Ahora te llaman al móvil que es personal, es intimo. Tienes la posibilidad de escribir sms o guasap o tuentis o facebooks, o messengers...en fin...que si no te comunicas o si el tío/a al que le molas no da señales de vida es porque pasa de tí!!!! Y viceversa. Antes...¡¡¡¡ja!!! la de veces que habré pasado yo, así como disimulando, al lado del teléfono, mirándolo, desafiándolo, rentándolo:
A que te descuelgo y llamo a Pepe!! Vale ahora no. Ahora. Ahora cuando se vaya mi madre, llamo. O rezando para que si me llamaban mi madre no se enterara. (Pero esto no solía ocurrir. Lo de que me llamaran, digo).

LOS PLANES.
Una vez había quedado yo con mi NOVIO (de entonces, el mismo de antes) en Madrid. De incógnito. Yo vivía allí, pero era semana Santa y estaba de vacaciones. Los dos éramos de mi pueblo, pero él entonces estaba en el ejército, en la marina y le dieron unos días de permiso y decidimos irnos juntos (escaparnos) a pasar solos 4 días en Madrid. Una aventura, que fue preciosa, la verdad. Pero.....yo me tenia que ir un jueves y él me tenia que llamar y decirme a que hora llegaba su vuelo desde Coruña. Y mi autobus se iba. Y era todo secreto. Mis padres pensaban que me iba a hacer un trabajo de la Uni. Así que mi hermana, que no se llevaba nada bien con mi novio, se quedo encargada de coger el teléfono o el recado por si él llamaba para decirme a qué hora llegaba. Yo estuve a punto de no irme a Madrid. Me dirás, si no sabía si él iba a venir o no. Quien me decía a mi que no me iba a quedar tirada allí. Pero en fin, el amor pudo mas que todo. Y como al fin y al cabo mi residencia estaba abierta, pues pensé que a las malas me tocaría pasar esa noche en la residencia y que ya me volvería al día siguiente con alguna excusa si es que mi novio no daba señales de vida.

Llegué a Madrid, llame a casa y efectivamente mi novio había llamado y dado el recado a mi hermana. A las 2 llegaba a Barajas. Creo que no supe nada más. Eso era todo. Vuelo desde Coruña que llegaba a las 2. Perfecto. Me flipan los aviones así que el plan de pasar unas horas en el aeropuerto me apetecía mucho.
En aquella época, no solo no existían lo móviles, tampoco debían existir LOS FANS. Porque lo que me encontré, cara a cara, codo a codo, al ladito en un pasillo de Barajas, no os lo vais a creer:
 ¡¡¡AL REAL MADRID!!!!! MICHEL, BUTRAGUEÑO, SANCHÍS, BUYO, HIERRO, Prosinecki....estaban todos allí, a mi lado, en Barajas y no habia nadie. Nadie. Yo vi entrar a un grupo de tíos en chandal  y pensé, ¿quien son esos? y me fui detrás. Y cuando me quise dar cuenta, estaba en unos pasillos estrechos, pero en una zona del aeropuerto abierta a todo el mundo, con ellos, allí, cara a cara. Y no se me ocurrió otra cosa que llamar a mi amiga Ita, desde UNA CABINA claro, para contárselo. Pero que mientras se lo contaba, llegaron ellos al pasillo en el que estaba yo. Un pasillo así algo apartado, la verdad.  No existían tampoco las cámaras digitales. Así que tener un recuerdo de ese momento fue imposible. Solo les saludé. Y poco más. Porque aquello fue fue ¡increíble!, que diría Bisbal. ( Y yo no soy ni furbolera, ni del Realmadrí)

Pero volvamos con mi novio, que a esas alturas ;-) estaría... volando. Y yo preguntando por donde llegaba el avión de Coruña de las 2. No se cómo pasó, pero pasó. Cuando yo iba  hacia la puerta de salida que me indicaron, me veo a mi novio que viene por el pasillo. ¡¡¡Ya había llegado!! y en vez de quedarse esperándome, quietecito, el se puso a andar por el aeropuerto!! ¡¡Claro cómo Barajas es pequeño!! Y nosotros 2 estábamos todo el día recorriéndonoslo ( yo era la 1º vez que iba sola).  Nos encontramos de casualidad. La vida, al no haber móviles, tenía que darnos estas facilidades . Porque si no, todavía estábamos allí buscándonos.
Esto, sin móvil, fue una odisea. Pero es que la vida era así. Si te enterabas de algo bien y si no a buscarte la vida.


Así que yo, aunque denuncio que las compañías de móviles se pasan un huevo en las tarifas, creo que el móvil es un GRAN INVENTO. Casi, casi al mismo nivel que la tortilla de patatas. Eso sí, le quita mucha emoción a la vida. Y si no probad a estar una semana "des movilizados". Probad.

Quizá en próximos capítulos contaré:,

- cómo llegue a llamar gratis desde la cabina y además llevarme propina.

- la traición de unas compañeras de trabajo.

- las 45 hamburguesas que nos comimos en 4 días en Madrid.

- por qué no debes fiarte de un novio que se va a la marina.

- 8 maneras de perder el tiempo muy poco originales

Nota: Las notas de aviso de la foto, llamadas perdidas, son originales mias. Son un recuerdo al que tengo un especial cariño.

1º gran fiesta de navidad de AMENA (los papa Noel verdes, los recordáis). La hicieron en el circo que estaba en la plaza de toros de Las Ventas de Madrid. Fue una gran fiesta. Por ahí ando yo.