He dormido mal: poco y a trompicones. La siesta demasiado larga de ayer domingo, un día sedentario, casero en el que ni hice nada ni hubiese podido gracias a que mi cuerpo estaba descompuesto después de un sábado que al final me resultó un rollo patatero. Ni un sábado más sin planificar algo qué hacer. Ni una excusa más para no conducir.
Total, que no he dormido bien, como viene siendo habitual en los domingos. Y eso y otras vicisitudes asociadas a mi condición de mujer y que es lunes, me han hecho levantarme gruñona.
Mi ritual es desayunar escuchando la radio, leyendo noticias, chismes desde el móvil, dando los buenos días a las amigas. Leyendo el twitter me encuentro lo de los antiniños. Un local de Asturias, creo, que señala expresamente que no está permitida la entrada de menores y la gente se subleva. No cualquier persona, es un escritor admirado quién reprime un comentario pero subraya que cría a cuatro hijos que son quienes sostendrán esto. Una madre le responde no sé qué de que los que no tienen hijos se deberían hacer un plan de pensiones privado. ¿Acaso nos hemos contagiado todos de la gilipollez argumental de Azúa? Hay mucha suspicacia y orgullo herido de padre con esto de los niños. Que haya lugares, restaurantes, eventos, hoteles en los que no se quiera que los niños sean su público no creo que signifique que nadie está en contra de los niños cual Herodes actual. No creo que sea cuestión de fobias, ni de desprecios, es simplemente una opción, una decisión empresarial, un nicho de mercado, un gusto personal que no tiene nada que ver con el orgullo de la paternidad. Si me dan a elegir yo prefiero ir a lugares en los que no haya niños. No odio a los niños. Pero tirando de sentido del humor, y no de tanta indignación, recuerdo aquello de los pedos y los niños: sólo se aguantan los propios. No voy a entrar, aunque podría, en lo molestos que son muchas veces, no sé si porque deben ser así o porque como me dijo mi amiga (acerca de sus hijos) estas vacaciones: Yo ya no me doy cuenta de que están molestando.
Pero me hace gracia la tontería de las pensiones, de que los niños son el futuro...etc, etc, como si la gente tuviera hijos por el hecho altruista de que el país tire hacia delante. ¡Venga ya! mira que conozco razones por las que procrear, pero jamás nadie me ha dicho: Quiero ser madre porque sino las pensiones no se van poder seguir pagando. Me parto.
En serio, no se trata de odio hacia vuestros hijos. De hecho se trata de indiferencia. Y de ahorrarse líos, porque probad a decirle a un padre que su hijo está molestando. Probad y salid corriendo.
Por cierto, aquí en Murcia somos tan proniños que incumplimos la ley antitabaco metiendo a los menores en esas horribles carpas cerradas a cal y canto, entre el humo, a que respiren aire puro. No sé quién es más antiniños.
En la radio siguen con la política, con los pactos no pactados, con las rupturas, con los machaques. Escucho a algunos miembros del PP decir que Pedro Sánchez debe respetar a los votantes del Partido Popular y me meo de la risa. Digo yo que a los votantes del PP el primero que tendría que haberlos respetado es Rajoy. Es que parece que ahora es Pedro Sánchez el que no deja a Rajoy formar gobierno, pero vamos que es que ni siquiera es su turno, ¿no? ¿O cómo coño va esto? Cuando le tocaba intentarlo pasó de todo y decidió que ni lo intentaba y ahora que no le toca, quiere hacerlo. No veo mucha diferencia entre esta actitud estúpida y la de los de Podemos, que no sé si es cosa de uno o de varios o de todos los de Podemos. Podemos se columpió mucho al principio. A Iglesias se le subieron los votos a la cabeza y lejos de mantenerla fría se pensó que había ganado las elecciones. Dejó de pisar el suelo demasiado pronto. Y empezó a mostrarse absurdo. Y ahí sigue. Habla Garzón de no sé qué pactos ni líos, y de que ellos, IU, son los que no han movido ni un centímetro de lo que prometieron en elecciones, claro, como siempre, pero es que es muy fácil llevar un programa y no moverlo cuando no negocias, cuando no lo pones en marcha, cuando te quedas ahí. Me fastidia un poco que en ningún momento sea crítico con Iglesias, Garzón digo, al fin y al cabo él fue el primero que pasó por la intransigencia de la no negociación con el líder de Podemos. También Iglesias estaba de acuerdo en ir juntos a las elecciones con la condición de fagocitar IU. Y todos intuimos que la fuerza de ambos partidos hubiera sido decisiva a nivel electoral si hubieran ido juntos, pero...fue imposible pactar, Garzón. Igual que entiendo que lo es ahora.
La gente está cansada. Es verdad.
Estoy gruñona esta mañana, así que voy a ponerme a hacer cosas, entre otras a pensar en el próximo fin de semana, en hacer algo útil porque a mí esto de salir y hablar con gente que me aporta lo mismo que un ladrillo relleno de carne picada no me llena, es más, me cabrea.
Pero esta Perri gruñona pero así como desganá... Meh. Me gusta más cuando despotricas salvajemente XDDD
ResponderEliminarEn cualquier caso, al lío.
Punto 1: sitios sin niños. A ver, tampoco es que vaya a prohibirse a los niños salir a la calle. Simplemente hay sitios donde la gente estará sin niños. Es como cuando compras el billete de tren en un vagón silencioso. No sé.
Punto 1.1.: El odio hacia la gente sin hijos. Amos a ver, no me llega la neurona a entender eso, no me llega. DEJA A LA GENTE VIVIR TRANQUILA HOMBREYÁ. Y lo de tener hijos para que paguen las pensiones, es que me mejo. Como el que cultiva un árbol para frenar el efecto invernadero, no te jode. Como si los niños no fueran personas. >_<
Punto 2. Pactos sin pactos o a saber. Mira, estoy hasta el mismísimo tiqui de todos. Así en resumen para no extenderme mucho. Que abrevien ya, >_<
¡Besos, Perri!
Jajajaja!! ¿en serio? a veces creo que soy salvaje en exceso y ahuyento a los perrifans, pero si a ti te gusta...volveré (aunque el sábado pasado lo fui en vivo y en directo cargando a grito pelao en medio de un bar contra Salvador Sostres...Si es que la gente me busca)
Eliminarbesitos Bettie.
Bueno, hoy tocaba desahogarse. Pues ya está. Te prometo que me he saltado la parte de política porque paso de todo y de todos. Y lo de los niños: me parece una decisión sin más. Uno tiene un bar, y quiere que sea solo para adultos; pues ya está. Uno tiene un hotel, y deja entrar mascotas; me parece perfecto. Me parece bien siempre que haya oferta para los demás: para los solteros, para los que van en pareja, para familias... Parezco el anuncio. No me molesta que haya sitios sin niños. Es más, muchas veces me molestan los hijos de los demás, porque los míos no suelen (y no puedo hablar muy alto) correr sin medida en sitios públicos, gritar, tocar toda la comida del bufé, molestar a los de alrededor de mil formas. Como lo míos no lo han hecho, me molestan los de los demás que sí lo hacen. Y les pongo unos caretos de profesora con muy mala leche que alucinas.
ResponderEliminarBesos.
Si fuese madre yo también pondría esa cara de profe de mala leche. A veces no lo puedo evitar y la pongo con los hijos de otros. En fin, que desde luego que es una decisión, nada vinculante y mucho menos una cuestión de fobia a los niños. (aunque yo a los que gritan, tocan, saturan, corren, sí les tengo fobia ;)
Eliminarpues no entiendo yo tanto revuelo, a mi es que los niños maleducados y salvajes me tienen hasta la seta y no entiendo por qué tengo que limitar mi derecho a existir como me dé la gana porque otro haya decidido soltar a las criaturas para amargue de mi existencia.
ResponderEliminarAdemás estoy harta de los que no soportan a los perros porque ensucian pero los niños pueden hacer lo que quieran. Siempre cuento la misma anécdota: en la piscina de un club privado un niño se me acercó y me cagó delante, su madre le dijo algo así como "para, nene" y ni lo recogió ni se disculpó. Yo siempre recojo la caca de mi sobriperrita....hay clases
Besinosss