1. Los comentarios a las entradas de Anónimos. Joo... ¿Pero tanto cuesta poner un nombre? aunque sea ficticio.
2. No quitar los plásticos protectores de móviles, relojes, calculadoras, cachivaches varios que llevan ese plastiquillo que los protege pero que queda horrible. La gente no lo quita para que el aparato no se estropee pero al final lo llevan viejuno, así con un plástico hecho añicos y ¡¡guarrispi!!
3. Ainss, qué rabia, que se me peguen las tortillas, sobre todo la de patata. Tanto mimo, tanto esmero para al final darle la vuelta y que se quede ahí, entre la sartén y el plato, hecho una guarrerida que luego hay que arreglar y se derrame el huevo por el plato, por la encimera. Tengo una sartén que sólo uso para esto, pero hay días que la tortilla está rebelde y no hay manera.
4. Darme golpes, porrazos tontos a mí misma. Que si con la persiana, que en la esquina de la mesa, en el dedo gordo del pie contra la pata de la cama, contra alguna puerta porque creo que voy a pasar y no paso, morderme la lengua... Me da muchísima rabia cuando me autoaraño...¡¡¡arggg!!!
5. Ir a ponerme un calcetín y que tenga un agujero. ¡¡Argg!!¿ por qué lo guardé en el cajón? -pienso mientras lo doblo junto a su pareja y lo vuelvo a guardar en el mismo cajón.
6. Ponerme barreras para hacer cosas que ya he sido capaz de hacer. Decirme que no puedo. Boicotearme.
7. Que se me caigan los pantalones y tener que estar subiéndomelos todo el rato tirando de las trabillas. Poner un cinturón para evitarlo y que el cinturón me apriete y estar molesta.
8. Tener el día de guapo subido, ir a comprar ropa y pensar que todo me queda bien. Ir a estrenar esa ropa el sábado para salir y descubrir que ni me sienta bien, ni me hace delgada, ni es tan mona y chic, ni nada de nada. Terminar poniéndome lo de siempre.
9. Tener mucho hambre y no ser capaz de saber qué quiero comer. Pensar tanto y darle tantas vueltas que al final se me pasa el hambre.
10. Despertar un domingo pensando en el buen rato que voy a pasar leyendo toda la tarde tirada en el sofá. Terminar pasando la tarde navegando por la E-biblio, leyendo reseñas de libros, uno tras otro y sin terminar de decidirme por ninguno. Que llegue la noche y no haya sido capaz de escoger uno. Cuando entro en esta espiral de "ir de librerías digitales" no paro y suelo tardar días en encontrar uno que me enganche.
11. Escribir un comentario de esos largos, reflexivos en un blog, foro, opinión a una noticia... Darle a enviar y que salga un mensaje de ERROR, no poder recuperar el comentario y tener que volver a escribirlo.
12. Que los días que no voy a ir a ningún sitio me lave el pelo y me quedé de maravilla y los días que quiero ponerme "mona" el pelo viva su vida loca.
Me he reído mucho, pero me ha hecho gracia lo de los pantalones y el cinturón. Jack se ríe de mí justo por eso: voy siempre tirando de los pantalones, pero es que no sé llevar cinturón, no voy bien XDDDD
ResponderEliminar¡Besos!
Yo tampoco sé llevar cinturón y claro, si tenemos culo, es normal que se nos caiga de cintura... jajaja.
ResponderEliminarMe ha encantado la entrada.
Besos.
Mira que cuando escribí lo del cinturón pensé: anda que como no haya nadie que le pase pensarán que se te va la pinza...Y mira tú por dónde aquí las señoras profes están como yo, que no nos entendemos del todo con el maldito cinturón. Yo de hecho me he comprado uno en toda mi vida, y el que suelo llevar con los pantalones me lo regaló mi hermana en el siglo XX.
Eliminarholaaa, suscribo el 8!!! jeje
ResponderEliminar¡¡qué rabia da eso!! Tengo yo varias cosas en el armario, criando polvo...que arggg!! en qué estaría yo pensando el día que las compré.
Eliminar