Yo soy solo una parte, mínima de lo que aparece reflejado
en el blog. Llevar un blog al margen de la vida real implica, en mi caso, que
haya muchos temas a los que doy mucha importancia en mi vida no virtual que
aquí apenas aparezcan.
Por ejemplo, mi pueblo. Mis raíces. Apenas lo nombro por
aquí más que para decir cuándo voy allí o cuándo ocurre algo extraordinario
como fue la boda. Pero poco más. En mi vida virtual, y lo hago sin querer, es
algo que me sale. Nada más conocerme soy muy reservada con mis cosas pero no pasará
del primer día que yo le diga a alguien de dónde soy. Lo digo ¡siempre! y desde
siempre. Nadie que me conozca personalmente se libra de conocer el lugar, las
gentes, los amigos, lo que hago allí...De hecho tengo amigos que cuando han ido
al pueblo casi han tenido la sensación
de haber estado antes. Y es algo que transmito. Mi marido desde el principio de
estar conmigo es igualito que yo con mi pueblo. Enseguida lo saca a
colación.
Y no es que mi pueblo sea nada especial así en general. Pero
creo que yo jamás he tenido la sensación de haberme ido de allí, es más, mi
lugar es aquel, todo el tiempo que paso fuera es tiempo que estoy fuera de mi
pueblo y no al revés. No vuelvo allí de vacaciones, vuelvo a mi casa, mi casa
es aquella. No lo fue Madrid, no lo es Murcia. Mi lugar está allí. Pero no sé
si sería capaz de vivir al revés. Curioso.
Mis amigas. Bufff...mis amigas. Las del pueblo. Las
Pedorras, sí, así nos llamamos a nosotras mismas. Mis amigas son otro pilar de
mi vida. Somos pandilla desde la adolescencia, a los 16 años ya éramos las
mismas que somos hoy. Así que hemos pasado casi de todo juntas. Muchas, muchas
cosas. Buenas y malas, aunque por suerte las malas se quedan en el terreno de
los amoríos locos, de las traiciones amorosas y cosas por el estilo que si bien
hicieron daño creo que no merece la pena arrastrar. Mis amigas...unos días las
adoro, otros las mataría, otros no creo que haya ningunas amigas mejores
y a veces pienso que no hay por dónde cogerlas. No somos una pandilla super
pegajosa, en general somos bastante independientes, pero si nos tenemos que
organizar para algo tardamos medio minuto y nos sobran tres. Ahora mismo tengo
colgadas en mi pared 3 cosas, foto incluida, que me recuerda a ellas. Son
importantes, no nos vemos muy a menudo, no. Aunque estemos cerca, ¡qué va! si
cuadra bien o si hacemos que cuadre, pero a veces pasamos de todo. Algunas
viven cerca, en la misma ciudad y pueden verse más. En el pueblo solo está una.
Otra en Barcelona, Murcia, Valladolid, Madrid...andamos desperdigadas, pero hay
un lazo que nos une. Yo suelo hacerles chorradas varias: videos, chapas,
detallitos por los cumples de cada una. Me gusta cuidarlas, además, son un
público muy agradecido, siempre les gusta todo lo que hago. Pero ya digo, que
no somos perfectas. Tenemos, todas, nuestros puntos insoportables que supongo
llevamos bien porque lo llevamos entre todas y porque los cimientos de nuestra
amistad son buenos.
En el camino han quedado algunas de las pedorras, pero eso
es demasiado largo para contarlo ahora. Y además una pena.
Hago muchas, muchas cosas en mi día a día real que jamás
cuento aquí. La mayor parte de las cosas buenas, las que me dan vida no suelo
contarlas. Me da mucha pereza escribir sobre las cosas buenas y también sobre
las muy malas. Debe de ser que escribo a demanda. Ahora me llega un tema a la
cabeza, escribo y adiós. O lo escribo, pero no lo publico. No sé si es censura
o sentido de la vergüenza el pensar que a nadie le van a interesar 30 entradas
sobre mi boda. Por ejemplo.
Esta Semana Santa ha sido especial, he ido al pueblo, he
estado con algunas de mis amigas, hemos hecho senderismo-montañero, catas de
vino, comilonas en pandilla, nos hemos reído de lo lindo e incluso hemos estado
una noche de fiesta, bailando como a los 20 y hasta las 6 de la mañana.
Aquí paso a ratos. En twitter, casi nada, ratos muertos.
Mientras desayuno escucho la radio, no escucho música, no soy muy de escuchar
música. Mientras hago la cama pongo la tele y me dejo llevar por las
gilipolleces que a veces se dicen y le doy al twitter, pero esa tampoco soy yo.
Después de comer descanso un poco y a veces leo otros blogs desde el móvil, a
veces me duermo, a veces miro las redes sociales y aprovecho a poner
algo.
No sé si a partir de ahora escribiré más sobre mi vida, mí
día a día o no. Si lo hago desde luego, será para mí, eso sí que será para mi
recuerdo...Esperad, esto lo dijo Elvira Lindo mucho mejor que yo y lo tengo por
ahí, en alguna entrada borrador de esas que a veces escribo:
Estas páginas, por ejemplo, caerán en manos de esos
lectores caprichosos a los que de vez en cuando les gusta leer aventuras
escritas a vuela pluma, sin principio ni fin, como la vida misma, pero he de
confesar que el secreto de esta crónica es que está escrita para mí, para esa
persona que yo seré en un futuro; escribo con la voluntad de atrapar algo de
este presente que según escribo ya se me va escapando de las manos.
(Lugares que no quiero
compartir con nadie. Elvira Lindo)
No, yo solo soy una parte, una punta de un iceberg, es
posible que en mi vida real, en conjunto, sea muy distinta a la imagen que doy
por aquí, que por otra parte lo que escribo es sincero y creo que incluso insinúa
bien cómo es mi forma de ser. Pero aquí falta mucho de mí.
(Iba a guardar esta entrada en el cajón de borrador, porque no se cómo titularla...pero escribirla me ha hecho perder tiempo que debería estar dedicando a estudiar, mi cargo de conciencia me obliga a publicarla).
Me ha gustado esta entrada.
ResponderEliminarYo, al revés, intento no mostrar tanto, y aún así mi incontinencia me la juega. Pero mi yo analógico tampoco es el mismo que el yo virtual, aunque en parte coincidan. Creo que nos pasa a todos.
En cuanto a lo de escribir para ti, para capturar algo del presente,... una decisión fantástica.
¡Besotes!
Espero que todo esté yendo sobre ruedas ^^
A mí también me ha gustado.
ResponderEliminarBesos.
Gracias encantos!!
ResponderEliminarTodo va...en modo locura, ya sabéis!! Pero p'alante!!
Escribe siempre que quieras, nuestros ojos estarán preparados para leerte
ResponderEliminarPerri te echo de menos! Así que cada vez que escribas yo te leeré, aunque llegue un par de días tarde, o semanas, o incluso ni comente... Pero te leeré.
ResponderEliminarTú palante, con todo, con la vida que no cuentas y con la que sí, pero palante!!
En cuanto a lo del pueblo... Me pasa un poco como a ti, sigue siendo mi casa aunque lleve ya media vida fuera y aunque realmente (yo) no quiero vivir allí. Pero es MI pueblo, y todo el mundo tiene que conocerlo ;)