El año pasado me enganché, tarde, a Masterchef. Me gustaba ver la creatividad de la gente ante la comida. Y me encantaba ver ese supermercado tan bien puesto, con esos mariscos, esa carne, ese ¡¡pescado!! Literalmente se me hacía la boca agua. Veía Masterchef y me entraba hambre. Veía a Pepe probar la comida y me entraban unas ganas locas de ponerme a comer. Y al día siguiente lo que hacía para comer siempre tenía algún toque especial. Masterchef despertaba también mi lado culinario creativo. Yo no soy una cocinillas. Me gusta cocinar lo justo. No cocino los findes ni invito a la gente a comer a casa. Soy cocinera de diario. De mis verduras y de mis cosas al horno, pero el programa de cocina me gustaba.
Este año ya ha pasado como con todos los programas que suelen tener éxito: ha derivado en reality o en algo muy extraño. Para empezar pienso en la de gente que se tuvo que presentar al casting y que no entró y que se fue a su casa pensando que no valía para cocinar y si ahora ven el programa pensarán ¿pero qué es esto? Porque en serio, ¿se supone que los que están son los mejores de todos esos? Vamos, ingenua no soy, ya se que hacer un casting de esa envergadura tiene que ser LAOSTIA pero vamos que ¡hacerlo tan mal! Una de dos o el casting se hizo mal, o se está editando el programa de manera que les hacen quedar a los concursantes como verdaderos negados, y ni una cosa ni otra me convence.
No me gustan los malos rollos, exagerados hasta la saciedad, entre concursantes. No me gusta la prepotencia de muchos de ellos. No me gusta que haya gente concursando que vale más por el morbo de verle comerse un filete que por cómo lo cocina. No me gusta que escojan a una mujer mayor solo por ser mayor. No me gustan los chistes con el chico de la funeraria (como dice mi madre lo poco gusta y lo mucho cansa...y el otro día cansaron).
No se, creo que Masterchef, como le pasó a Operación Triunfo, ha perdido un poco el rumbo...el de crear ese amor por la cocina. El de fomentar el buen comer, la creatividad, las ganas de meternos entre cazuelas. Han perdido eso, al menos esa es la impresión que yo tengo, en aras de una audiencia que por otro lado solo queríamos salivar un rato delante de la pantalla.
AVISO: Si eres de esas personas que está dejandose la serie CUÉNTAME para ver todas las temporadas seguidas, es posible que halles aquí algún spoiler.
Cuéntame ha sido una serie que me ha encantado. Tampoco soy fiel desde las primeras temporadas. Con Cuéntame ya no recuerdo cómo me enganché, pero sí recuerdo y se las sensaciones agradables que me ha hecho sentir. A pesar de que las primeras temporadas están ambientadas en unos años que, aunque algunos sí los he vivido era tan pequeña que me resulta difícil recordar, es verdad que Cuéntame me hacía transportarme muchas veces a la vida en mi pueblo, mi infancia, los bares
y las tiendas del pueblo, las navidades entrañables de la infancia, el olor, los sonidos...no se, Cuéntame era como un nirvana, viendo la serie era como si entrase en una burbuja y volviera a ser niña, sin problemas, preocupaciones y pensando y creyendo que mis padres se encargarían de cualquier contratiempo que surgiera.
Pero Cuentamé empezó a decaer, para mí, cuando la familia se fue del barrio obrero al barrio de Salamanca. Ahí ya no había identificación alguna. Esas temporadas no me gustaron mucho, a pesar de todo, como era fiel seguidora, lo veía. La temporada del cáncer de Merche, la madre, fue terriblemente dura, porque he de decir que si las temporadas antiguas me hacían sentirme genial evocando mi infancia, en este caso lo que evoque fue la enfermedad de mi padre y no lo pude soportar. De hecho el capítulo en el que se enteran de que tiene cáncer no lo querido ver. Para pasarlo mal no estoy.
El año pasado la temporada fue rara, floja, aburrida, con capítulos que poco o nada añadían a la trama de la familia, ni al momento histórico. El tema de Carlos en la cárcel fue de melodrama culebrón. Y este año Cuéntame ha desaparecido por completo. ¿Hola? En su lugar están emitiendo una telenovela a la española, pero que no le llega a la suela del zapato a una serie que hubo hace muchos años: ANILLOS DE ORO, que iba de esto: del divorcio, de la infidelidad...Y en la que también salía Imanol, por cierto. Cuéntame ha perdido el norte, el sur, ha perdido encanto, ilusión, frescura. Ya ni el atrezzo es creíble. Los personajes van modernos, no:...más allá. La moda de los 80, pues excepto la pobre Marta Nieto, que está irreconocible bajo esa pinta ochentera, los demás van como vamos todos por la calle hoy. En fin, que me da mucha pena, porque para mí es una serie que incluso me ha ayudado en momentos duros, cuando mi padre estuvo enfermo y yo no podía conciliar el sueño lo usaba como medicina, me ponía un capítulo, antiguo, y me calmaba. Llamadme absurda, pero me hacía sentir bien. Y hoy me sigue pasando. Así que soy de las que ven y reVen capítulos antiguos, creo que me los se de memoria, pero prefiero aquel Cuéntame a este bodrio novelesco que están emitiendo ahora. Por favor denle una final digno, si es que eso es ya posible.
AVISO: Si eres de esas personas que está dejandose la serie CUÉNTAME para ver todas las temporadas seguidas, es posible que halles aquí algún spoiler.
Cuéntame ha sido una serie que me ha encantado. Tampoco soy fiel desde las primeras temporadas. Con Cuéntame ya no recuerdo cómo me enganché, pero sí recuerdo y se las sensaciones agradables que me ha hecho sentir. A pesar de que las primeras temporadas están ambientadas en unos años que, aunque algunos sí los he vivido era tan pequeña que me resulta difícil recordar, es verdad que Cuéntame me hacía transportarme muchas veces a la vida en mi pueblo, mi infancia, los bares
y las tiendas del pueblo, las navidades entrañables de la infancia, el olor, los sonidos...no se, Cuéntame era como un nirvana, viendo la serie era como si entrase en una burbuja y volviera a ser niña, sin problemas, preocupaciones y pensando y creyendo que mis padres se encargarían de cualquier contratiempo que surgiera.
Pero Cuentamé empezó a decaer, para mí, cuando la familia se fue del barrio obrero al barrio de Salamanca. Ahí ya no había identificación alguna. Esas temporadas no me gustaron mucho, a pesar de todo, como era fiel seguidora, lo veía. La temporada del cáncer de Merche, la madre, fue terriblemente dura, porque he de decir que si las temporadas antiguas me hacían sentirme genial evocando mi infancia, en este caso lo que evoque fue la enfermedad de mi padre y no lo pude soportar. De hecho el capítulo en el que se enteran de que tiene cáncer no lo querido ver. Para pasarlo mal no estoy.
El año pasado la temporada fue rara, floja, aburrida, con capítulos que poco o nada añadían a la trama de la familia, ni al momento histórico. El tema de Carlos en la cárcel fue de melodrama culebrón. Y este año Cuéntame ha desaparecido por completo. ¿Hola? En su lugar están emitiendo una telenovela a la española, pero que no le llega a la suela del zapato a una serie que hubo hace muchos años: ANILLOS DE ORO, que iba de esto: del divorcio, de la infidelidad...Y en la que también salía Imanol, por cierto. Cuéntame ha perdido el norte, el sur, ha perdido encanto, ilusión, frescura. Ya ni el atrezzo es creíble. Los personajes van modernos, no:...más allá. La moda de los 80, pues excepto la pobre Marta Nieto, que está irreconocible bajo esa pinta ochentera, los demás van como vamos todos por la calle hoy. En fin, que me da mucha pena, porque para mí es una serie que incluso me ha ayudado en momentos duros, cuando mi padre estuvo enfermo y yo no podía conciliar el sueño lo usaba como medicina, me ponía un capítulo, antiguo, y me calmaba. Llamadme absurda, pero me hacía sentir bien. Y hoy me sigue pasando. Así que soy de las que ven y reVen capítulos antiguos, creo que me los se de memoria, pero prefiero aquel Cuéntame a este bodrio novelesco que están emitiendo ahora. Por favor denle una final digno, si es que eso es ya posible.
Master chef...sí ya cuando oí que habían cogido a una vegana y que le habían hecho comerse un filete me imaginé en qué había derivado esto, y un día vi nada 30 seg del programa ya me llegó...se han vuelto gilipollas.
ResponderEliminarCon lo de cuéntame...lo de que van como nosotros hoy es normal...en realidad nosotros somos los que vamos como iban antes. La moda de los 80 ha vuelto y a mi personalmente no me gusta. No soy una fashion victim que se papa todos los blogs de outfits para ver qué se lleva. Me visto con lo primero que saco del armario y punto, si se lleva o no me la pela bastante. En cuanto a la série en sí...cacota de la grande y maloliente. Es lo de siempre, forever and ever...cuando una serie tiene éxito la estiran y estiran hasta que pierde su encanto y acaba romiéndose con un final horroroso donde todo sucede a trompicones y sin sentido. Esa serie supuestamente iba a acabar con la muerte de franco y mira... Y que no que ya no tiene sentido seguir con ella porque ya nos sabemos la historia y ya no tiene mucho interés ni emoción. Ya te aviso...no tiene final digno.
Sí, sí la moda vuelve...pero tuneada...mira mi post de moda http://sentidosysinsensentidos.blogspot.com.es/2012/07/moda-retro-los-80.html
Eliminary verás tú como por suerte ¡¡¡no vamos así!!! jejejejeje
Sé que el final no va a ser digno. Lo sé y lo lamento. ainss
Yo esta temporada de Masterchef es que no he querido ni verla y de Cuéntame desconecté hace ya tiempo por lo mucho que la estaban novelizando :(
ResponderEliminarEs cierto que esta edición de Masterchef me parece más flojita en cuanto a concursantes que la otra, pero la otra tampoco se quedaba atrás en los malos rollos, en llevarse mal entre ellos y la prepotencia de algunos concursantes...a mí me sigue gustando, me encanta ver los platos y además hemos hecho algunos de los que cuelgan en la web...lo que me parece es que este año están bastante menos sueltos, muy nerviosos y que no están cocinando nada bien
ResponderEliminarCuéntame no la sigo...no la he visto nunca...ni un capítulo entero
Pero las primeras ediciones de un programa, reality como éste siempre tienen la frescura de qué no se sabe cómo va a reaccionar la gente, los espectadores, y eso se nota. Luego todo como que se resabia un poco, es inevitable claro, y parece un poco corrosivo todo. Es que incluso al jurado yo lo veo diferente...no se, yo insisto en que para llevar a estas personas que están concursando no hacía falta tanto megacasting...que igual forma parte de la narrativa televisiva, es decir que igual es un paripé, no lo descarto, porque en televisión nada está al azar.
EliminarMasterchef no lo he visto, pero parece que todo ha de derivar a lo mismo. Hay que sazonar con "líos" "malos rollos", etc. No mola.
ResponderEliminarCuéntame ví algunos capítulos sueltos hace años, pero nunca me enganché. Una vez me dio por verlo de nuevo, y me los encontré en un casoplón que flipas y dije...¿qué coño ha pasao aquí????? xDD Y no lo volví a ver más.
Es que a tí Cuéntame te pilla...vamos que ni habías nacido en el año en el que están ahora mismo...(82) así que no eres carne de Cuéntame...no.
EliminarLo otro pues hombre un poco de pique no viene mal...pero hay mucho rollo, mal rollo, y para mí gusto: poca cocina.
Me pasa como a Bettie, no he visto Masterched y Cuéntame lo vi hace años porque lo veía mi madre así un poco suelto. La verdad es que sí que estaba currada la serie entonces. Luego desvarió bastante :S pero bueno, siempre está bien ver lo que si te gustó :)
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