Todos y sobre todo TODAS, leemos, o al menos nos enfrentamos y exponemos con frecuencia abusiva en época pre-estivales a artículos, publireportajes, ensayos...sobre la "Operación bikini". Nada más acabar la navidad la dichosa operación ya está machacando, toca quitarse los excesos festivos. En cuanto huele a primavera las redacciones de revistas de moda-mujer se llenan de reportajes sobre cómo adelgazar de forma FÁCIL, RÁPIDA, MILAGROSA, OPTIMISTA, acompañan a esos reportajes fotos de mujeres increíbles que a buen seguro eso de comer, lo que se llama comer, aún lo desconocen. En fin que de la operación bikini, el PRE, el antes, el ponte a ello, se habla mucho. Pero quién ha leído alguna vez el reportaje sobre: YA ESTAMOS EN BIKINI, objetivo cumplido. Pues de ese os voy a hablar yo hoy. Sin chorreces de dietas, sin milagros y sin tonterías de algunas revistas moda-mujer.
Es muy fácil y el post va a ser muy cortito porque estoy de vacaciones y no tengo demasiado tiempo.
Mi operación bikini ha sido un éxito. He adelgazado corriendo, (para quien llegue ahora léase las entradas con la etiqueta CORRER), pero además de adelgazar he conseguido en 6 meses moldear mi cuerpo y ponerme en forma. Estoy encantada-encantadísima. Hacia veranos que no estaba tan a gusto conmigo misma.
La satisfacción por un lado ha sido puramente estética, esos piropos que me llevo cada día por parte de mis amigos, padres, mi chico, la gente del pueblo...me dan subidón y me recargan. Pero por otro lado, a principio de las vacaciones, puse mi cuerpo al límite, me superé a mi misma en una excursión de 7 horas por la montaña del Pirineo aragonés, Panticosa, una excursión en la que fui capaz de subir a dos picos y de hacer una bajada de 3 horas, campo a través, con un dolor de piernas insufrible, y pasando un rato verdaderamente angustioso que, paradojicamente, fue un momento sublime en el que pude comprobar que soy mucho más fuerte de lo que yo pensaba. (Esta aventura la contaré más despacio cuando vuelva un poco a la calma , por si hay algún senderista entre los perrifans).
Así que mi operación bikini, que empezó allá por enero, ha sido un éxito: físico y mental.
Pero no ha sido un camino de rosas. Ha sido un camino largo, de pasito a pasito, en el que la paciencia ha sido fundamental. Más que el esfuerzo físico y el rendimiento. Porque los resultados no son de la noche a la mañana, ¡¡qué va!! Lo único que es inmediato es el sufrimiento, el esfuerzo, las agujetas, la falta de respiración, la sensación de no poder más y también, por supuesto, el sentirse genial por el esfuerzo realizado.
Cuando empecé a correr lo conté en el blog y fue genial recibir tantos comentarios de ánimo y de felicitación por las metas que iba superando poco a poco. Pero también noté, en mi círculo de amigos no virtual, cierta resistencia a escuchar lo bien que me sentía por correr. Así que excepto a un par de personas, a las demás dejas de contarles nada, porque no solo no valoran lo que haces, sino que lo tiran por tierra. Por eso, cuando me han visto este verano, con menos ropa, han alucinado y se que mi operación bikini ha sido un éxito porque aquellos (mas bien aquellas) que despreciaban mi afición deportiva, ahora están diciendo que en octubre empiezan a correr añadiendo que van a ser capaces porque una vez salieron a correr y lograron aguantar 20 minutos seguidos. Yo siempre cuento que mi primera semana no pasaba del minuto corriendo, e incluso ahora me cuesta mucho superar los 30, pero oye, hay gente que primero te desprecia, luego te envidia y al final te dice prácticamente que si ellos no corren es porque no quieren, porque van a ser capaces de hacer en una semana lo que tú has tardado 6 meses. Pues vale. A mi me fastidia mucho esto. Es más, creo que hasta me duele.
Corriendo he aprendido que no hay que compararse con otros, que tu ritmo y tu esfuerzo son tuyos y que lo que corran otros no te influye. Y se que el esfuerzo tiene su recompensa cuando se es constante, sino, no se logra nada. Pero no puedo evitar enfadarme por dentro cuando gente que se supone amiga tira por tierra tu sacrificio o tus logros. No es que necesite que nadie me adule, pero sí se agradece la empatía.
Necesitaba desahogarme.
Por supuesto que las satisfacciones son mayores que los disgustos, porque como digo, solo con lo bien que me siento yo, lo segura y la confianza que he recuperado me sobra y me basta.
Así que chicas, olvidaos de operaciones bikini mágicas, porque no existen, a no ser que estéis forradas y dispuestas a pasaros 14 horas diarias dedicadas a vuestros cuerpos. La operación bikini es paciencia, es dar un primer paso, es constancia, es voluntad, es motivación y es disfrutar del proceso. Todo lo demás...está de demás.
La satisfacción por un lado ha sido puramente estética, esos piropos que me llevo cada día por parte de mis amigos, padres, mi chico, la gente del pueblo...me dan subidón y me recargan. Pero por otro lado, a principio de las vacaciones, puse mi cuerpo al límite, me superé a mi misma en una excursión de 7 horas por la montaña del Pirineo aragonés, Panticosa, una excursión en la que fui capaz de subir a dos picos y de hacer una bajada de 3 horas, campo a través, con un dolor de piernas insufrible, y pasando un rato verdaderamente angustioso que, paradojicamente, fue un momento sublime en el que pude comprobar que soy mucho más fuerte de lo que yo pensaba. (Esta aventura la contaré más despacio cuando vuelva un poco a la calma , por si hay algún senderista entre los perrifans).
Así que mi operación bikini, que empezó allá por enero, ha sido un éxito: físico y mental.
Pero no ha sido un camino de rosas. Ha sido un camino largo, de pasito a pasito, en el que la paciencia ha sido fundamental. Más que el esfuerzo físico y el rendimiento. Porque los resultados no son de la noche a la mañana, ¡¡qué va!! Lo único que es inmediato es el sufrimiento, el esfuerzo, las agujetas, la falta de respiración, la sensación de no poder más y también, por supuesto, el sentirse genial por el esfuerzo realizado.
Cuando empecé a correr lo conté en el blog y fue genial recibir tantos comentarios de ánimo y de felicitación por las metas que iba superando poco a poco. Pero también noté, en mi círculo de amigos no virtual, cierta resistencia a escuchar lo bien que me sentía por correr. Así que excepto a un par de personas, a las demás dejas de contarles nada, porque no solo no valoran lo que haces, sino que lo tiran por tierra. Por eso, cuando me han visto este verano, con menos ropa, han alucinado y se que mi operación bikini ha sido un éxito porque aquellos (mas bien aquellas) que despreciaban mi afición deportiva, ahora están diciendo que en octubre empiezan a correr añadiendo que van a ser capaces porque una vez salieron a correr y lograron aguantar 20 minutos seguidos. Yo siempre cuento que mi primera semana no pasaba del minuto corriendo, e incluso ahora me cuesta mucho superar los 30, pero oye, hay gente que primero te desprecia, luego te envidia y al final te dice prácticamente que si ellos no corren es porque no quieren, porque van a ser capaces de hacer en una semana lo que tú has tardado 6 meses. Pues vale. A mi me fastidia mucho esto. Es más, creo que hasta me duele.
Corriendo he aprendido que no hay que compararse con otros, que tu ritmo y tu esfuerzo son tuyos y que lo que corran otros no te influye. Y se que el esfuerzo tiene su recompensa cuando se es constante, sino, no se logra nada. Pero no puedo evitar enfadarme por dentro cuando gente que se supone amiga tira por tierra tu sacrificio o tus logros. No es que necesite que nadie me adule, pero sí se agradece la empatía.
Necesitaba desahogarme.
Por supuesto que las satisfacciones son mayores que los disgustos, porque como digo, solo con lo bien que me siento yo, lo segura y la confianza que he recuperado me sobra y me basta.
Así que chicas, olvidaos de operaciones bikini mágicas, porque no existen, a no ser que estéis forradas y dispuestas a pasaros 14 horas diarias dedicadas a vuestros cuerpos. La operación bikini es paciencia, es dar un primer paso, es constancia, es voluntad, es motivación y es disfrutar del proceso. Todo lo demás...está de demás.
Yo, en Panticosa |
Te felicito .
ResponderEliminarEres lista
Y encima ahora estas muy buena
:))))))
Yo también te felicito. Hace dos semanas que he empezado mi operación bikini del próximo verano. Estoy saliendo a andar, pensando en correr con el tiempo. Pero mi forma física me da de momento para andar deprisa y poco más, y no quiero correr un minuto y volverme a casa angustiada. Voy a ir poco a poco.
ResponderEliminarNo se lo he dicho a nadie de mi alrededor aún porque temo el escepticismo y que tiren por tierra mi esfuerzo, así que te entiendo.
Voy a leerme tus entradas de correr,
Besos.
Felicidades por tu logro Perri. Detrás de él hay mucha perseverancia y fuerza de voluntad, y eso tiene que hacerte sentir fenomenal :D
ResponderEliminarMe encanta leer esto ♥ excepto por los que han despreciado tu esfuerzo claro. Siempre hay el típico que dice: pues yo de eso más >.<
ResponderEliminarPues sí que te fuiste lejos de excursión sí! xD Nosotros estuvimos por Boltaña y es preciosa esa zona (está un poco más abajo a la derecha). Que te voy a decir, me pasaba los veranos en el Pirineo en los campamentos xD La vez que hicimos caminata de 3 horas por la mañana casi me da un chungo jaja pero cuando llegas arriba y ves todo el paisaje, te olvidas del dolor y agradeces haber subido hasta allí.
Leer la entrada me dio la motivación para comprarme los patines ya por fin xDDD Voy a mirar jajajajaja :D
Yo llevo ya un par de semanitas saliendo a caminar y, cuando veo que no hay nadie cerca porque todavía me da un poco de corte, me echo a correr aunque aguanto poco. Pero me siento genial y pienso seguir. Próximo paso: a comprar un chubasquero y ropa térmica al Decathlon para cuando empiecen los fríos castellanos. XDD
ResponderEliminarEnhorabuena y a esa gente, ni casoo.
A la gente tóxica ni caso, quédate con todos los que te apreciamos y te animamos! Estamos orgullosísimas de tu esfuerzo :)
ResponderEliminarLa gente que hecha tus esfuerzos por tierra es gilipuertas, no hagas ni caso mejor diles "ah que tú has corrido 20min una vez...UNA VEZ...yo lo he hecho 100mil veces más que tú". No se dan cuenta de lo que cuesta, pero sabes la mejor satisfacción es la que te llevas tú por ver que te superas cada día y que encima lo notas en tus propias carnes...y te lo notan. Todo lo demás quédate con lo positivo que te digan. Jajaja es que me hace gracia, que te digan que pueden hacer lo mismo que tú pero resulta que no lo hacen porque no les sale del culo... y sí lo mismo lo hacen pero sabes qué? ellos llegan echando el hígado por la boca y tú aún te marcas un baile final jaja.
ResponderEliminarSigue así y no pares que esto es un vicio bueno, jaja.