He estado informándome sobre los propósitos de año nuevo, sobre cómo organizarme, cuántos propósitos son recomendables, cómo decidirlos y sobre todo por qué hacerlos.
Me he agobiado un poco buscando información, esto de los propósitos está tan de moda como apuntarse a un gimnasio al principio del año, lo que me hace desconfiar muchísimo del cumplimiento de dichos objetivos. O sea que no soy la única que necesita guía en este aspecto, que andamos todos igual. No sé por qué razón suelo pensar que yo soy la única a la que le ocurren ciertas cosas, la única con miedos, frustraciones, problemas, comeduras de tarro varias...
El caso es que yo sé que necesito, más que propósitos, organizarme. Parece una perogrullada pero llevo desde septiembre intentando hacerlo y posponiéndolo día tras día con las Mil y una excusas de Perri. Y sólo se trata de establecer unos propósitos, de elegirlos y plasmarlos en un horario que acto seguido debo empezar a cumplir. Pues desde septiembre llevo con esta idea.
Si esto no Procastinación Extreme...
Los propósitos, a veces, estresan. Lo he leído. He leído que es una forma de vivir más en el futuro que en el presente, que pueden generarnos agobio si no los cumplimos porque va en ello nuestra conciencia. En cierto modo estoy de acuerdo. No tanto en lo del futuro, pero sí en que agobian.
Agobia un poco tener que pensar en qué cosas debo mejorar, qué otras hacer de una vez, qué dejar de hacer...sentarse a hablar con una misma es ansiedad pura. Al menos para mí, porque mi cerebro no es capaz de ir poco a poco. Yo quiero llegar al final pero saltándome los pasos. Y eso me agobia mucho. Me cuesta centrarme, plantarme y verlo todo desmenuzado y por eso no lo hago.
Voy más allá y mi cerebro que es puñetero me dice que no voy a ser capaz de hacerlo. Que mejor dejarlo pasar que obligarme a pensar en lo qué quiero, porque no sé muy ni lo qué quiero ni dónde quiero llegar.
Por eso yo estoy convencida de que necesito hacer propósitos de año nuevo. Asirme al nuevo año como si fuera la primera página de una libreta, usar ese comienzo irreal que supone un nuevo año, en mi caso una nueva edad, y organizarme un poco la vida. Más que nada para no tener esa sensación de laxitud, de dejar pasar el tiempo y por otro lado, porque tras hablar con varias y variadas personas durante estas navidades y contarles cómo me siento y escuchar de todos que el día que me de cuenta de lo que valgo será tarde, he decidido que tengo que dejar de tener miedo a vivir. Que no lo tengo, pero sí lo tengo.
Otros años no he hecho muchos propósitos, al menos no lo recuerdo. El año 2014, fetiche año de mi vida, no recuerdo qué me propuse, desde luego casarme no. Eso llegó solo, porque está claro que no todo en esta vida son propósitos, una cosa es lo que uno desea que le pase y otra es lo que al final ocurre. Y no suelen coincidir. Pero el año que me propuse hacer ejercicio y correr, con la meta en la San Silvestre de mi pueblo y adelgazar, recuerdo que me sentí muy bien cuando lo logré. Así que creo que hacer propósitos, en mi caso, será positivo.
Y tras reflexionar sobre algo tan absurdo va siendo hora de ponerme de lleno con estos propósitos de año nuevo. No tengo mucho tiempo, puesto que antes del 15 de enero esta lista, organización, cambio debe estar ya en marcha. Así que manos a la obra.
Yo creo que es necesario proponerse cosas para luego llevarlas a cabo. Y esto es cosa mía, pero si las compartes, te ves en cierto modo más obligada a hacerlas. Son cosas que quieres hacer, pero si lo dices, es ya público y entonces tienes que hacerlo.
ResponderEliminarBesos.
Sí, contarlos es importante. Te comprometes más. De hecho en todo lo que he leído estos días recomiendan que busques a alguien que te "supervise" esos propósitos.
EliminarEsto es un poco más de curro, pero a lo mejor si un propósito es muy general o ambicioso (hazte cargo que es un año), puedes sub-dividirlo en propósitos más pequeños, que son pasos intermedios. Para no saltar al final. No sé, quizá te sirva.
ResponderEliminarYo en propósitos... El único: estudiar mucho. Mucho. Mucho.
¡Besos!
Que no es poco propósito. Uff!! Yo también lo tengo, pero en mi caso sin agobio y con muuucha ilusión. Si no, no voy a ser capaz de hacerlo.
EliminarMe sirve todo. Y de tu parte ya sabes que "de esta casa" tienes llave.
Yo los hago todos los años, pero voy cambiando de método. Antes preparaba una lista, en la que siempre estaban unos propósitos reales y alcanzables (que no alcanzados) y otros que se me "colaban" y que eran el puro reflejo de mis defectos, esas cosas de ti misma que quieres cambiar y no eres capaz, porque eres así. Pues yo dale que dale, poniendolos ahí para no hacerlos, en plan autodestrucción...jeje. Del tipo, hacer deporte, ir a un gimnasio... si yo no quiero hacer deporte!! Si a mi lo que me gusta es pasear por el campo. Por eso empecé a cambiar y ser un poco menos exigente, que es casi lo mismo que decir a quererme como soy un poco más, sin tanta exigencia. Y ahí ando...que no creas que es fácil.
ResponderEliminarSeguramente el mejor propósito sea, como bien dice, ser más organizada, y así poco a poco, ver que se van consiguiendo cosas.
Espero que tu lista esté llena de cosas realizables y que consigas todo lo que te propongas para que sea un buen año.
No te conozco pero intuyo que eres una tía muy cuerda, trabajadora y sensata, así que no te des mucha caña.
Un saludo
Ohh, muchas gracias por esas últimas líneas. Me falta ser constante y poco de "echar pa'lante" (me ha salido un pareado).
EliminarLa organización creo que es uno de los mejores cimientos. Ya digo que últimamente no paro de leer cosas sobre este asunto y excepto que el desarrollo es más amplio, no he encontrado nada que yo, por pura intuición, no haga o mejor dicho: piense que voy a hacer.
Gracias de nuevo.
El otro día leí una entrada sobre esto de un blog que sigo y creo que te puede resultar interesante.
ResponderEliminarhttp://paleomoderna.com/2016/01/07/consigue-propositos-ano-nuevo/
Y ánimo :*