¿Qué ropa me pongo?


Yo no he sido nunca muy esclava de la moda. Me gusta ir guapa, intento ponerme ropa que me favorezca, cosa que no siempre consigo y a veces me veo con unos conjuntos o mezclas de ropa que me hacen sentirme entre Don Pimpón y la de Camela. 

No tengo un estilo definido, pero si tuviera que decantarme por alguno creo que sería lo que hoy en día se llama casual, que en el lenguaje de los que no somos moda adictos es algo así como estilo cómodo, desenfadado, informal pero no rastrojil
Me cuesta mucho pensar en la ropa, hacerme ideas mentales de combinaciones de ropa e ir de compras, aunque de vez en cuando me apetece, suele generarme cierto estrés. Por dos razones: la falta de dinero y mi gusto a la hora de escoger. 
Yo soy  de las que lo primero que miran en una prenda es el precio, a ver, hay precios que no pienso pagar por una camisa, camiseta, pantalón....Por lo tanto es absurdo que me guste si el precio me sobrepasa años luz. Eso impide comprar en libertad absoluta, combinar prendas o simplemente llevarse las ya combinadas por los de Zara que te ponen camisas monísimas con pantalones en la percha de al lado, para que veas qué genial queda ese conjunto. Pero yo eso no lo puedo hacer.

Seguro que no soy  ningún bicho raro  si os digo que casi siempre que abro mi armario  pienso que no tengo nada que ponerme.  Voy un paso más allá: miro mi ropa y pienso que si estuviera en una tienda no me llamaría la atención nada de lo que tengo ahí. Mi ropa me parece horripilante. Horripilante...no sé si es la palabra, me resulta sin gracia, anodina, no me dice nada. 

Rubens
La unión de la tierra y el agua, 1618
  Un día estás inspirada y dices: me voy a poner las mallas con la camiseta y los botines. Y te haces una imagen mental de Sara Carbonero pero que tú crees totalmente que esa eres tú y te lo pones. Y entonces te miras al espejo y ves un chorizo negro con tacones. 
Los botines, que tanto se llevan este año, son muy bonitos para esas que,  primero, saben llevarlos, porque la ropa por encima de tallas hay que saber llevarla, y las personas que tienen la piernecillas flacas también llevan ventaja, pero yo, modelo de Rubens, que hubiese sido toda una sex simbol en el siglo XVI, no estoy hecha para el botín, tengo gemelos y tobillos para soportar el Partenon y no, esa combinación mallas, botines, camiseta no es mi look. 

Tengo mi prenda fetiche, esa que me pongo cuando mi cuerpo dice no, no, no y no a todo. La que me pongo y pienso: la gente va  a decir ¿otra vez la camiseta verde? Pero me hace sentirme segura, guapa o mona y vale más ir segura a tomarse un aperitivo que salir con ropa nueva pero sentirme un pulpo con toquilla, que no sabes ni cómo ponerte, ni si dejar de respirar para que no se te note la tripa o estirarte mucho por si estás marcando papada, chepa y tripa a la vez.
Mi última prenda fetiche: una camiseta verde  que rescaté de LaBolsaDeRopaParaTirar. Ahí estaba, yo que sé por qué. La rescaté y cada vez que no se qué ponerme la uso. La camiseta y la americana.

Es curioso porque hay prendas que te compras y se quedan ahí, sin mucho protagonismo, no las usas mucho, no terminas de verte bien con ellas, no sabes cómo combinarlas y de repente un día se hacen las protas del armario y te las pones un montón y te combinan con casi todo. Esos días te crees la Olivia Palermo de los básicos, piensas en lo acertada que estuviste cuando la compraste y qué bien la estás amortizando. 
También es normal que me ocurra que me compre cosas que piense: esto no me lo voy a quitar. Y luego sea de la percha de donde no lo quite. 

Los mayores problemas suelo tenerlos los días un poco especiales, no a diario, que soy más efectiva a la hora de vestirme. Aunque recuerdo que los días que trabajé como profesora fue una tortura escoger la ropa, ni que fuera a desfilar para Armani, y al final me temo que di una imagen muy distorsionada de mí misma. Si hoy fuera a dar clase me pondría lo que me pongo para ir a la compra o a mis clases, nada de combinaciones que me aviejaban un montón.
Los días de salir en los que la indecisión me marea a nivel "barco a la deriva", es normal que me cambie de ropa varias veces e incluso es lógico, mi marido ya lo ve así, que estando a punto de salir por la puerta diga: Espera un momento. Me vaya y vuelva con la camiseta verde y la americana. Él me mira como si nada, porque es "lógico". Claro. 

Hay prendas que me dan un poco de pesadez de estómago. No es una figura retórica, es verdad. Tengo ahora mismo varias cosas en el armario que no me gustan nada, pero que están ahí y cada vez que abro u ordeno la ropa me hacen sentirme pesada, me generan disonancia, me molestan, me aburren. No me las pongo nunca, pero no sé por qué razón tampoco soy capaz de tirarlas. Ahí están, amargándome el armario. 

Pero no, no soy un bicho raro, y en esto de la moda, creo que (si no eres muy fashion y todo te sienta bien) la máxima es un poco: menos es más, la sencillez. Me gusta ir sencilla y cómoda. A pesar de todo me termino arreglando y puedo dar el pego. Nadie me ha parado por la calle para hacerme una foto de mi estilismo y menos mal, porque por lo que suelo ver en esas fotos de street style ¡los zombis existen! ;) Generalmente me gusta más como va la gente a cómo voy yo y hay personas, como mi hermana o mi cuñada, de las que siempre pienso que tienen muy buen criterio para escoger su ropa. Aunque tienen un secreto: varias tallas menos que yo. 

En fin como casi todo el mundo, los días de guapo subido, te puedes poner lo que sea, que irás monísima. 

Eso sí, para los eventos especiales (bodas, bautizos, aniversarios...) suelo tener buen tino y un poco de suerte en mis búsquedas de ropa.

Por cierto lo de las mallas y los botines lo resolví metiendo los botines por debajo de la malla, alarga la pierna que no veas. ;-))

7 comentarios:

  1. Yo tiré un montón de ropa que no me ponía nunca y ropa que no me valía pero que seguía guardando. Me pasa como a ti. Los diarios los voy llevando con dignidad: vaqueros y jerséis básicamente, y cuando me tengo que arreglar un poc, nunca sé qué ponerme y al final terminó con un vaquero...

    Besos.

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  2. Yo para la ropa soy LO MÁS PEOR. Veo fotos de modelitos y digo, mira, qué mono, pero luego yo... pfs. Desastre total. Para el día a día con el casual no rastrojil -pero por poco- me apaño, pero lo demás... xDDD

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  3. No nacimos con el glamour de series, chicas, pero seguro que lo compensamos con otras virtudes. :* Besos

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  4. ¡Qué drama ser mujer y tener que ir y ser guapa siempre! Yo no me compro ropa nunca. Me la compran. Me dicen qué debo llevar y me lo pongo. No pienso nunca en qué debo llevar ¿Para qué? No me intereso para nada en mi aspecto físico. Esto es bueno pero también tiene una lectura mala. ¿Para quién debo estar guapo? Creo que ha pasado ya ese tiempo. Hace algunos años era coqueto con la ropa pero me duró poco.

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  5. A mi sí me importa mi aspecto físico,verme, sentirme, encontrarme guapa o favorecida me hace sentirme más segura de mi misma, me pone contenta, me transmite buen rollo que a si vez yo contagio a los que están cerca mio. No soy esclava de la imagen, pero procuro cuidarme. Por supuesto para mí, la primera. Saludos.

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  6. A mí me pasa que tengo ropa y ropa, y luego, siempre acabo con lo mismo ... intento llevarlo todo, pero ... eso es misión imposible. Tengo una camisa, por ejemplo, que me la compre hace unos años, y ahora, cuando me la pongo, es que me la tengo que quitar en el acto porque no me gusta nada. Y ahí está, en el armario.

    Un besote!

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  7. My life became devastated when my husband sent me packing, after 8 years that we have been together. I was lost and helpless after trying so many ways to make my husband take me back. One day at work, i was absent minded not knowing that my boss was calling me, so he sat and asked me what its was all about i told him and he smiled and said that it was not a problem. I never understand what he meant by it wasn't a problem getting my husband back, he said he used a spell to get his wife back when she left him for another man and now they are together till date and at first i was shocked hearing such thing from my boss. He gave me an email address of the great spell caster who helped him get his wife back, i never believed this would work but i had no choice that to get in contact with the spell caster which i did, and he requested for my information and that of my husband to enable him cast the spell and i sent him the details, but after two days, my mom called me that my husband came pleading that he wants me back, i never believed it because it was just like a dream and i had to rush down to my mothers place and to my greatest surprise, my husband was kneeling before me pleading for forgiveness that he wants me and the kid back home, then i gave Happy a call regarding sudden change of my husband and he made it clear to me that my husband will love me till the end of the world, that he will never leave my sight. Now me and my husband is back together again and has started doing pleasant things he hasn't done before, he makes me happy and do what he is suppose to do as a man without nagging. Please if you need help of any kind, kindly contact Happy for help and you can reach him via email: happylovespell2@gmail.com

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Ahora me encantaría saber qué piensas tú