La decisión tomada

Me encantaria ser positiva de base. Ver el vaso medio lleno desde el principio. Pero, aunque soy capaz de adaptarme a los cambios, mi primera reacción ante uno de ellos es la de resistirme y verlo to "munegro". 

Tengo que caer en picado, reflexionar, dejarme meter caña, oir opiniones, consejos y rumiar mucho un cambio para poder adaptarme. 

Eso me ha pasado con la oposición. No lo esperaba y la noticia suponía un cambio. Alguien dirá, ¿cómo es que no esperas algo para lo que estabas tan segura de estar preparándote? ¿Te crees que una oposición se consigue a la primera? 

Soy consciente de la carrera de fondo que es esto. Soy realista. Aún así, yo no estaba pensando en oposiciones...y ya está. Igual que los que se quedan embarazados por sorpresa....pues si follas sin protección tan sorpresa no debe de ser, no? jejejeje....El ser humano. Así somos. 

En fin, que los cambios no me gustan, de primeras. Soy como Tristón, el de Leoncio el León, de los dibujos animados. Pero cuando hay que hacer las cosas, hay que hacerlas. Y no precisamente por cojones. No soy capaz de terminarme un libro si no me gusta...con lo que no sería capaz de estudiar una oposición a mis 41-42 años sin una buena motivación. Y la motivación la he encontrado. 

Mi motivación es: 
APRENDER. 

No es ser profesora...no es un trabajo, más o menos fijo, no es desarrollo profesional...Eso, sí viene, vendrá después de la oposición. Pero ahora para ponerme a estudiar, mi motivación es simplemente aprender. Saber, enriquecerme. Volver a dudar, curiosear, aprender a hacer, leer cosas que si no es por esto no las leería. Esa es mi motivación, la básica, la que me está ayudando a ver el vaso casi, casi medio. 

No es porque piense en la posibilidad de fracasar, que existe, pero siendo realistas, este año lo tengo más fácil que nunca. Tengo unas condiciones que me favorecen mucho, (no entraré en cuestiones técnicas que aburren al cristo y a todo su acompañamiento) pero posiblemente ésta sea mi mejor oportunidad. Incluso aunque no supere la oposición, tengo mejores que opciones que la primera vez. Así que apoyándome en este colchón y con la vista fijada en aprender, y no en competir, ni en jugar a la ruleta rusa, tiro p´lante y me decido por estudiar. 

He necesitado una semana de reflexión a tope, de ahora es sí, ahora es no. De andar un paso y desandar tres. De no saber dónde ir, qué rumbo tomar, de maldecirme, de animarme, de motivarme y desmotivarme en cuestión de segundos. He necesitado una semana de caída en picado y el apoyo de varias personas, vosotros incluidos. Y sobre todo la caña, la caña que yo por lo general necesito. No los paños calientes, conmigo no sirven. Me activa más elmurciano poniendo las cosas claras y tirando de mí para sacarme a flote justo después de mostrarme lo que sería hundirme hasta el fondo. 

Yo soy reticente a algunos cambios. Pero resurgo, si me lo propongo soy capaz de adaptarme. Claro que me tomo mi tiempo. Y tengo que proponérmelo. El lado positivo no se me activa por defecto. 



4 comentarios:

  1. Esa es una de las cosas que a mi me ayudan a seguir, que estoy llenando lagunas -u océanos- que tenía. Y bueno, me falta mucho, sí, pero en fin, menos es nada, ¿no? Jajajaja

    Pues mucho ánimo, Perri. Es una pena no tener el lado positivo en automático, ¿eh? Jajajaja, pero bueno, si al final lo conectas, eso es lo que importa.

    ¡Adelante!

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  2. No es que seas negativa, es que no te apetece cambiar tus rutinas, y eso es lo que implica estudiar una oposición. Todo lo que hagas fuera de sentarte a hincar codos te va a provocar sentimientos de culpabilidad, de "debería dedicarme a estudiar". Eso de relegar el resto de tu vida a un segundo plano no es un plan apetecible pero creo que verlo desde la filosofía de "voy a aprender" demuestra madurez. Márcate los horarios con tiempo para el descanso y ¡mucho ánimo!

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