Perriteorías: Las Expectativas

Las expectativas son esas señoras, con cara de muy colegas, de tías geniales, de enrolladas, de "yo por tí lo doy todo", de amigas de verdad, pero que a la hora de la verdad no tienen ningún problema en darse la vuelta y ni saludarte, en marcharse sin decir ni ¡adiós! Les da igual lo que pienses de ellas,porque si se les antoja te dejan en la cuneta a la mínima que te descuides. Y es que las expectativas, al revés que la realidad que siempre supera la ficción, nunca son superadas.

Pongamos un caso muy de moda últimamente: la expectativa de encontrar trabajo. 
Tú envías tu candidatura a algún puesto con la expectativa de que por lo menos te llamen para la entrevista. Es la expectativa mínima que una tiene, bien pues en mis últimos 4 años en el 100% de los casos mi expectativa no ha sido superada. La de la entrevista. La de encontrar trabajo, esa de momento, en mi caso, no la tengo creada. 

Odio crearme buenas expectativas porque el jarro de agua fría es tremendo.  Te quedas con una cara de gilipollas que ni lavándote con lejía se te quita. Además es que las expectativas no te dan tregua, a un poco, mínimo-minimus, que tengas de positividad y de confianza en tus posibilidades, antes de que tú te des cuenta, la expectativa ya te ha invadido. Y tú piensas que no quieres hacerte ilusiones y dices que no, que ya sabes que es imposible, que no te va a pasar, que no te van a llamar, pero en el fondo la expectativa está tocándote la moral, susurrando "¿anda y por qué no?, que sí, que seguro que sí" Y una parte de tí, tu parte guay, porque al menos es la que mantiene tu moral contenta , se lo cree.
A medida que pasan los días, la expectativa decae. La olvidas y al final te das cuenta de que una vez más te has precipitado. 
A veces, sobre todo los 4 primeros años, intentas analizar por qué será. En ocasiones te sientes un poco mierdecilla y un mucho una pringada. Pasados los 4 primeros años de fracasos, al final ni lo piensas y como mucho recurres al socorrido pensamiento de Eso estaba dado por enchufe.

Pero las expectativas no sólo las encontramos en temas serios como el laboral o el sentimental: chica conoce chico (o lo que sea que os mole), chico y chica se gustan, se gustan mucho, se lo pasan pipa, chico pide teléfono de chica, chica espera feliz su llamada, chica pasa una semana pidiendo a troche y moche que le llamen, que le manden guasap para comprobar que su móvil funciona, chica piensa que chico ha tenido un grave accidente, que ha perdido la memoria, que le han robado la cartera, que...¡es un idiota!, chico no llama jamás, desaparece, se esfuma, se diluye, se volatiliza...Chica choff*. Expectativas incumplidas. 

Las expectativas también están en temas mucho más mundanos e insignificantes. Por ejemplo a quién no le ha pasado, ante una pelicula BUENA QUE TE MUERES, la mejor película de la historia del cine después de Ben-Hur, la película que te dejará pasmado en el sillón del cine, la película que tiene un final totalmente inesperado, la peli del millón, la super peli, la peli tienesqueverla-tienesqueverla-queesbuenísima. 
¡Eh!, a quién no le ha pasado que ha generado unas expectativas tan grandes ante esa peli que cuando la ha visto se ha quedado frío, cariacontecido, niFUniFA...vamos que la peli le ha parecido una cosa normal, incluso tirando a mala. La expectativa no ha superado a la realidad. 

Lo mismo puede pasar con un libro o un restaurante que te recomiendan, o con hacer footing. Hay cosas que nos las pintan tan geniales que la expectativa se crece y nos hace pensar que vamos a vivir una experiencia de la leche, pero a la hora de la verdad rara es la vez que ocurre.

Pero la expectativa es tan puñetera, tan caprichosa que al revés también supera la realidad. Me estoy refiriendo a que cuando tu expectativa es que algo sea negativo, malo, regulero...Es baja ¡va la expectativa y te sorprende! 
Ayer hice un bizcocho de manzana, mi expectativa era que saliera mal, como me salen siempre, quemados por fuera y crudos por dentro. ¿Qué pasó? ¡Que me ha salido riquísimo! Genial, como a mi me gustan los bizcochos, jugoso, especial. Mi expectativa no ha sido superada, porque mi expectativa era que me saliera mal y me ha salido bien. ¿Veis como la expectativa no supera nunca la realidad? 
Pero si yo os invitase a comer mi bizcocho, vuestras expectativas ante ello serían las de probar un dulce delicioso y es más que posible que cuando lo comieseís pensárais que no es para tanto, porque yo os he pintado una expectativa muy alta. Por lo tanto vuestra expectativa tampoco sería superada. 

Al igual que el caso anterior con el cine, si vamos a ver una peli con la expectativa baja, con la idea de que no va a ser nada del otro mundo, es muy probable que salgamos pensando que la peli está mucho mejor de lo que esperábamos. Incluso terminemos recomendándola. Lo mismo con un libro, con un espectáculo teatral, con la belleza de alguien, con la ropa, con una ciudad...¡con mil cosas que se os ocurran!

La expectativa por lo tanto es inversamente proporcional al positivismo de una persona. De tal manera que si eres una persona optimista tus expectativas siempre serán  a la alza: me darán el trabajo, me llamará ese chico, ma saldrá genial el bizcocho,  me encantara la peli...Y al final es muy posible que acabes con cara de boba porque te has hecho demasiadas ilusiones. 
Al contrario si eres alguien negativo, tus expectativas serán bajas y quizá te lleves una agradable sorpresa.

 En el primer caso, si eres de talente positivo, te dará igual que tus expectativas no hayan sido superadas, porque tu propio optimismo te ayudara a ver el vaso medio lleno. En el segundo, si tiras hacia la negatividad sideral, también te dará igual que todo vaya mejor de lo que esperas porque no sabrás apreciarlo la mayor parte de las veces y pensaras que tarde o temprano algo malo ocurrirá. 

Así que expectativas aparte yo elijo ser de las que se ilusionan con las cosas, aunque luego me caíga un jarro de agua fría por lo menos habré disfrutado durante el camino.




 *¿Hay alguien ahí leyendo que haya estado en el otro lado? Es decir ¿alguien que haya sido encantador y tras haber pedido el móvil  luego no haya llamado? Rogaría que en los comentarios explicase a qué se debe esa conducta. Prometo no tomar represalias.


12 comentarios:

  1. Una muy interesante reflexión. Sí, yo también pienso que es mejor ser positiva por eso que decías, al menos pasarlo bien en el camino, vivir con energía... aunque luego caiga la cosa en saco roto. Quizá lo mejor sea mantenerse prudente, ni muy para arriba ni muy para abajo, pero los humanos tenemos una cosa en este tema, que somos extremos hasta decir basta, así que, sí, mejor arriba que abajo... ¡Ay, que me lío yo sola!

    María

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    1. Te he comprendido perfeStamente, gracias por pasarte por aquí.

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  2. Hola, he llegado aquí saltando de blog en blog, jeje, y me ha gustado mucho esta reflexión. Yo creo que un@ siempre intenta ser positivo porque lo contrario es caer en la espiral hacia abajo, y eso no mola... Pero también es porque no siempre nos va mal en todo, por ejemplo yo hace mucho que debería tener trabajo también y no lo tengo :( pero a cambio tengo suerte con mi pareja y gente que me quiere.
    Bsitoss, y ánimo!

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    1. Bienvenida Angie!! Es cierto, debemos pensar más en lo que tenemos y en lo que nos hace felices, que en lo que nos falta....Además nadie nos garantiza que tener trabajo nos vaya a hacer sentirnos más felices de lo que ya somos (de nuevo la expectativa puede estar idealizada en este aspecto). Gracias por tu visita.

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  3. Las expectativas son unas hijas de la gran puñeta. Pero ahora tengo una duda para ti, perri-teorizadora: ¿Qué pasa cuando las expectativas sobre un mismo suceso o fenómeno cambian y se alternan de manera totalmente aleatoria pero incesantemente? ¿Eh? ¿Eh? ¿Qué va a pasar? (Ahí, apelando al Perri-oráculo).

    Yo es que me c*go en san pito pato y en la madre de las expectativas. Ea. Porque además no soy de hacerme las positivas, yo soy de las otras, con lo cual tengo cara de haber comido limones podridos siempre. Ains.

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    1. Lo que pasa es que terminas loca perdida... a no ser que te tomes un relaxing chorizo casero de algún de La Mancha y entonces todo vuelve a ser genial.
      No conozco tu cara, pero estoy segura, segura que de limón podrido no es, que Jack podrá hacer virtudes de tus defectos, pero no creo que quiera estar con un limón pocho manchego.
      Yo se que tú vales mucho. Y eso no son expectativas, es que soy muy mayor y se reconocer las buenas cosechas. Besazos preciosa.

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    2. Qué pro eres. Molas mazo. Relaxin chorizo in mesón manchego. Ou yeah.

      Eres... eres... mu bonica, Perri :) jaja

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  4. Yo suelo ser positivo, ya lo sabéis :-P

    Además, que sepas que me encantaría seguro tu bizcocho de manzana ^^

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    1. Yo creo que sí te gustaría, de verdad, que me ha salido rico, rico.
      Eres positiva y transmites mucha dulzura. Algo tengo que aprender de tí también.

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  5. Yo creo que las expectativas son inevitables, intransferibles e intrínsecamente humanas.

    Tenemos expectativas porque estamos vivos, lo mismo que tenemos esperanza o ilusión. Sin ellas es probable que fuésemos setas en lugar de personas: todo el día echando raíces en el mismo sitio, sin sentimiento ni padecimiento.

    Para mí las expectativas son siempre positivas, me cuesta entender el concepto de expectativa negativa, a no ser que te refieras al pesimismo, pero eso es otra cosa. Tampoco el optimismo es como la expectativa. Creo que el primero es una forma de ser, de vivir, un rasgo de carácter, algo permanente, mientras que las expectativas son patrimonio de todos, optimistas y pesimistas. Ninguno escapa a su influjo, nos poseen y secuestran nuestro pensamiento, nos hacen subir, volar... para luego dejarnos caer ¡Ploffff¡

    Son puñeteras sí, es la verdad, pero ¿quién puede vivir sin ellas?

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  6. Yo soy muy negativa (ahora menos por eso xD) y siempre mis expectativas son a la baja, pero a veces me sorprendo a mí misma alegrándome por esperar algo chachi. La cosa es que si pienso mal y sale bien la cosa me vuelvo loca jajajaj Si pienso bien y sale mal, es pof T____T
    Hay que buscar un poco el equilibrio, pero es difícil.

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Ahora me encantaría saber qué piensas tú