BUSCAR TRABAJO...

...es casi como buscar una aguja en un pajar.
Cuando has invertido en formación, en ser competente, no te sirve cualquier trabajo. Si además, como yo, en un momento dado, fuiste valiente y creíste en ti misma y apostaste por desarrollar un trabajo que te hiciera crecer, te desafiara como persona y como profesional y te permitiese cumplir retos y sueños, y dejaste otro trabajo, uno bueno, con buenas condiciones porque ese ciclo ya había pasado y llevas ya 6 años en la cuerda floja hay momentos en los que te sientes frustrada.

Buscar trabajo agota, se te revuelve el estómago cada vez que mandas un mail a algún amigo o conocido comentándole que estás buscando curro, que se acuerde de ti si se entera de algo.
 Si fuera charcutera lo tendría más fácil: si te enteras de alguna oferta para una carnicería me avisas. O contable, o secretaria de dirección. Pero es que yo no soy nada en concreto. Y no sé cómo transmitir esa gran cantidad de cosas en las que creo que puedo encajar aunque luego dudo tanto, tantísimo si voy a ser capaz de llevar a cabo.

Buscar trabajo es duro. Es exponerte como perdedor. Como la pobrecita  a la que nadie mira, ni quiere.
No quiero cualquier trabajo, es cierto, y no porque se me vayan a caer los anillos, no. Es porque me he molestado en invertir en mí, porque mejor o peor desde hace más de 20 años vengo invirtiendo en mi formación, en mi cultura, en querer ser algo más de lo que se puede ser sin estudiar nada. Es una necesidad vital, no quiero vivir para trabajar, no quiero desear que llegue el fin de semana o las vacaciones, no me he preparado para eso. No me interesa el dinero, me interesa mi crecimiento personal, mi bienestar. Tampoco quiero un mega trabajo. No, tampoco soy ambiciosa en ese aspecto, ni me gustaría dirigir nada, ni tener una responsabilidad apabullante. Pero quiero hacer algo que requiera un mínimo de preparación, que implique estar formada, documentada, que requiera capacidad resolutiva, que contribuya a mi enriquecimiento personal, que me llene.

No termino de darle forma en mi cabeza a cuál es ese trabajo, porque hay muchos, desde auxiliar de biblioteca, pasando por profesora o formadora, , técnico o locutora de radio, montadora de televisión, trabajar en un teatro, en una filmoteca, en cualquier centro o ámbito cultural, educativo, lúdico...

La semana pasada, me armé de valor y mandé un mail a una persona que conozco, con un puesto muy bueno en la administración, simplemente para informarle de que busco trabajo, de que estoy en el mercado. Si yo estuviera en su lugar, yo, repito: yo, que soy yo, y me llegara un correo de una conocida, (mi marido ha sido íntimo amigo desde joven), creo que le mandaría una respuesta a ese mail diciéndole que lo tendré en cuenta, que me especifique más o que me es imposible porque hace mil años que no me entero de nada; no sé, un mail de cortesía, para al menos, hacer que esa persona no se sienta una mierda y lo peor una mierda ignorada.

Yo hubiese contestado. Yo.
Por lo tanto añado una cualidad más para mi futuro puesto de trabajo: empatía.
Claro que ahora que lo pienso, en el puesto que esa persona ocupa, igual la empatía no es cualidad, sino defecto.

No permitáis que nadie os desanime nunca. Y no os quedéis en el pensamiento de hacer algo: hacedlo.

NO DAÑÁIS A NADIE POR PEDIR UN FAVOR, NI MUCHO MENOS POR MOSTRAROS DÉBILES.  

7 comentarios:

  1. Comprendo tu frustración y tu estado de ánimo. Tengo a mis hijas ahora mismo haciendo lo mismo que tú hiciste: estudiar con ilusión para formarse. Son muy tenaces y trabajadoras. Tiemblo de que puedan verse en una situación como la tuya en que parece que todo ha sido inútil, que a nadie le interesa todo lo que puedes aportar, todo tu crecimiento personal, toda tu formación. Entiendo que no quieras cualquier trabajo. ¿Para qué haber hecho lo que has hecho? ¿Para qué haber depositado ilusión y esfuerzo en tu formación si la sociedad dice que le importas tres pitos? Tu alegato me llena de simpatía hacia ti y de temor por mis hijas. Espero que el futuro se vaya abriendo. Es terrible esta situación. ¿Cómo podemos perder toda esta formación que hemos acumulado? ¿Solo somos un país de camareros? Me has hecho estremecerme.

    Supongo que estás apuntada a las listas de sustituciones de enseñanza en tu comunidad. Mi mujer empezó hace ocho años y todos los años se va renovando. Cada año se jubilan miles y miles de profesores.

    Un abrazo muy sentido.

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    1. Una buena orientación a tiempo, como seguro que tienen tus hijas, y lo que digo siempre: tener claras las metas, son a mi entender y es lo que la experiencia vital me ha enseñado, dos buenísimas cualidades para lograr el éxito. La tenacidad es otra. Así que confía en que sea así para ellas.
      Te agradezco la empatía, aunque no lo valoremos mucho, es una de las cualidades que en los momentos complicados más ayudan.

      Sí, estoy en la lista de interinos. Aquí en Murcia formas parte de la lista si te presentas a la oposición. En el caso de lengua para que te llegue el turno además de presentarte hay que aprobar y sacar una nota decente. Yo llegué a trabajar en el año 2012, 5 días, pero...llegaron los recortes en educación y hasta ahí llegó mi periplo. Sigo en lista, pero de momento un poco lejos de que me llegue el turno. A pesar de las jubilaciones, aquí, parece que no corre mucho la cosa.
      Muchísimas gracias por tu comentario. Todo un honor.

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  2. Totalmente en descuerdo.
    Llevo un tiempo leyendo tu blog, y la verdad es que me gustaba leerte al principio, pero últimamente noto cierto hartazgo por tu parte, desilusión, no sé, igual son impresiones equivocadas. Entiendo que puede ser tu forma de expresarte y desahogarte, y que los comentarios apoyándote te ayuden.
    No estoy de acuerdo contigo, el trabajo está muy mal, el esfuerzo no te asegura un puesto ni un sueldo, hay que estar dispuesto a dar otra cosa, y no todos estáis dispuestos. A veces tengo la impresión de que la gente piensa que porque te pongas a trabajar en un almacén, luego llevas un cartel que te señala diciendo “no es profesora (ingeniero, enfermero…etc), es almacenero”. En cada uno está la decisión de seguir buscando trabajo, y de mejorar tu situación laboral, hasta ahí podíamos llegar. Y está claro que cada uno tiene una situación económica diferente, no todo el mundo puede vivir sin un sueldo. Yo ni puedo, ni quiero.
    Al igual que tu, me he esforzado un montón con mis estudios, licenciada y más, terminé de estudiar y encontré trabajo fuera de mi ciudad y de mi gente, me fui, y cuando aquello terminó (crisis) regresé. Y me puse a trabajar donde pude, seis meses de paro y se me hicieron largos. Ha pasado de esto casi cinco años, estoy bien, con mi gente, con mi familia, con un trabajo que me permite vivir y ser totalmente independiente… y sí, cuando pienso en todo lo que me he esforzado estudiando, me da un poco de rabia o pena, depende del día. Eso sí, no considero esfuerzo sin recompensa, lo que he conseguido con ese esfuerzo para mi se queda, cultura, conocimientos, amigos, capacidad de superación, dinero... nadie me ha quitado nada de eso.
    Todas las situaciones tienen su parte mala y buena, cuando yo era la profesional que soñaba ser, resulta que estaba lejos, en una ciudad con pocos amigos, con mi pareja lejos… Y ahora que tengo todo lo que no tenía antes, mi trabajo no es el mejor del mundo. Pero yo estoy feliz. Me quedan muchos años para trabajar y la vida da muchas vueltas, no puedo, ni quiero condicionar mi vida al trabajo.
    Al final encontrarás el trabajo de tu vida, porque los que no queréis trabajar en otra cosa, acabáis trabajando tarde o temprano en lo vuestro, mi duda es si no pagáis un precio demasiado alto por ese empleo.
    Y ahora que releo lo que he escrito, no quiero que parezca que te estoy juzgando, cada uno es libre, sí quiero que veas que a mí tampoco se me han cumplido mis sueños laborales, pero hay otros que sí se cumplen y me compensan.
    Mucha suerte y siento el tostón que te he puesto aquí.


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    1. No es ningún tostón. Es un punto de vista tan válido como el mío.
      Entiendo tu postura y además es que coincidimos en no condicionar nuestra vida al trabajo. Yo tampoco quiero eso. Y no se me caen los anillos, ya lo he dicho arriba, nada más acabar de estudiar yo trabajé en cosas que para nada requerían haber estudiado: tele operadora vendiendo apéndices de enciclopedias fue mi primer puesto. Y si digo que no me arrepiento de haberlo hecho es simplemente porque hecho está, pero si volviera atrás no tomaría ese camino.
      No me sirvió de nada saber estar rodeada de hienas y trabajar en algo que detestaba. Sólo gané dinero, y encima poco y creo que si ahora aceptara cualquier trabajo, (tampoco me han ofrecido ninguno, la verdad) por el dinero, mi vida se iría a la mierda. No me vine a vivir a 600 km de mi núcleo familiar para eso y no lo resistiría.
      ¿Me quejo? sí y mucho. Suelo ser más bien quejica. Y desánimo, uff...pues claro que lo tengo. ¿Sabes lo que estoy haciendo ahora mismo? Ayudar a varios profesores de un colegio privado a elaborar su programación de aula, porque no saben por dónde pillarla...Claro que tengo desánimo. El desánimo de haber invertido tiempo y mucho dinero, mío y de mi familia y de no ver los frutos. Pero de todos modos el blog es una parte de mi vida, ya lo escribí un día, un 20%. Ni los blogs que muestran la felicidad más absoluta son ciertos, ni la vida de los quejicas como yo es una basura. A pesar de no trabajar yo soy feliz. Y me siento realizada. Bastante más de lo que me sentía en mis últimos años de trabajo.
      De todos modos lo que quería resaltar en el post más que el desánimo es que Buscar Trabajo no es fácil, o no se me da bien.
      Gracias por leerme, a pesar de que a veces te "moleste" mi actitud. Te entiendo, a veces me pongo insoportable, ;-) , lo sé. Y me sirven igual los comentarios que me apoyan como los que me dan caña.

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  3. Buscar trabajo es un coñazo. Supongo que debe serlo siempre. Sobre todo si eres de ese tipo de gente que no sabe venderse (no porque no tenga cualidades, sino porque no le sale). Pero es que en estos últimos -y no tan últimos- tiempos, es directamente un asco. Una frustración inmensa. Porque una acaba pensando que es inútil, que no sabe hacerlo, o que es una pobrecita a la que nadie quiere (contratar, en este caso). Pero si las cosas son así, somos unos cuantos los que no sabemos o hemos sabido.

    En cuanto al conocido... Pues no sé, chica. Creo que no cuesta tanto un mail diciendo: no te prometo nada, está la cosica mu mal, pero te tengo en cuenta. Aunque luego no sea así, pero por lo menos que se vea que existes, yo qué sé. Al final una no sabe si se ha vuelto transparente o algo.

    En fin, que entiendo tu cabreo y tu desánimo y tu mala leche y tu frustración. Y que te mando un abrazo grande, grande. Pero muy grande. :*

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    1. No sé venderme. Así de claro.
      El conocido que además es una mujer, que estudio mi misma carrera...O sea que no es muy difícil empatizar, pero...
      Ese abrazo aquí ha llegado.
      :-)

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  4. Pues sí, buscar trabajo es una auténtica mierda. Te sientes poca cosa: da igual que encajes en el perfil, da igual que tengas una carrera, dos másters, idiomas... Al final, sientes que no das la talla, que siempre habrá otro candidato mejor que tú. Que no mereces el puesto. Te sientes como un artículo de la sección de oportunidades, un trasto viejo. Al menos, así me siento yo, y cada vez peor, conforme va pasando el tiempo y nada de nada.
    Piden un montón de cosas (saber de diseño web, marketing digital, gestión de RRSS, posicionamiento SEO y SEM, Navision..), nosecuántos años de experiencia y varios idiomas nivel "bilingüe", pero eso sí, no seas mayor de 30 años. WTF??
    Eso, en las ofertas, digamos decentes. Luego están las que te piden tener sólo la ESO, buena presencia y "muchas ganas de trabajar". ¬¬
    Yo llevo ya dos años en el paro (tras ser afectada por un ERE). En este tiempo, he hecho un master, estoy haciendo otro y estudio dos idiomas. Tengo una carrera y 10 años de experiencia; y tengo 34 años, o sea, que "creo" que aún soy joven.
    Pero parece que eso no significa nada para las empresas a las que les envío mi CV, o las ofertas en las que me inscribo.
    Pocas son las que se meten en mi CV y menos aún las que me llaman para una entrevista.
    No sé, llega a ser muy desesperante y frustrante. :(
    Y luego, lo que tú dices: cuando has invertido años y dinero (la indemnización del despido) en formación, no te vale cualquier cosa. Cualquier trabajo.
    Aunque yo ya empiezo a estar tan desesperada, que si me llaman de Mercadona o equivalente, acepto sin pestañear. No está la cosa como para ponerse exquisitos.
    En fin... Ojalá la cosa cambie y empecemos a ver luz al final del túnel.
    Sobre el conocido al que te dirigiste por si te podía ayudar, sólo diré que tampoco se hubiera herniado por contestar, aunque fuera para decirte que de momento no podía ser, pero que te tendría en cuenta en un futuro (fuera verdad o no). La verdad es que no le costaba nada. Es simplemente de ser buena persona.
    En fin, que mucho ánimo, y un abrazo enorme. Aunque no sea un consuelo, ya ves que no estás sola. ;)

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