PANTICOSA en verano. Capítulo 1. Del entorno, las viandas y el alojamiento.

Hoy voy a escribir una entrada de esas que espero sean útiles a alguien en algún momento. Cuando empecé a preparar el viaje-escapada a Panticosa, Valle del Tena, me gustaba encontrar artículos en post o en foros que contasen "como les había ido la feria a ellos" más que los institucionales de las oficinas de turismo, que suelen quedarse escasos.  Asi que voy a contar mi experiencia a grandes rasgos, pero dándoos detalles que creo que pueden decantar a alguien por ir o no a Panticosa.

 

Hablo de visitar Panticosa en Verano. O fuera de la temporada de esquí, cuando ya no hay nieve.

 

Empiezo como siempre por el final.

¿Merece la pena ir? SÍ, SÍ, SÍ Y SÍ.

 Si como yo nunca has visitado los Pirineos y ante tu primera vez no sabes qué escoger, donde ir, qué visitar, no te lo pienses más. Y vete. Yo escogí Panticosa porque el hotel más barato estaba allí. Ese fue mi criterio. Y acerté. Pero creo que si hubiese elegido otro pueblo cualquiera del Valle de Tena hubiese acertado igual porque, según me cuentan, son todos preciosos. Mi recomendación ante la duda, y tras haberlo visitado, es que escojas alguno que tenga estación de esquí ya que alrededor de la estación se organizan muchas actividades.

 

Panticosa es un pueblo pequeño. De pizarra y madera. El típico pueblo que uno tiene en la imaginación cuando piensa en un lugar de montaña. Muy bonito. Pequeño y acogedor. En verano, nosotros fuimos los dos últimos días de julio, la mayoría de los apartamentos están vacíos. En invierno con la temporada de esquí aquello bulle, pero en verano es tranquilo, relajado y se respira de maravilla. Mires donde mires los ojos te lo agradecen. El propio pueblo está muy limpio y cuidado. Si alzas un poco más la vista los picos del Valle de Tena te acogen por todas partes. Es todo montaña y verde. Montaña y verde.

 

 

A destacar:  el agua fresca, refrescante, deliciosa que puedes beber en cualquiera de las fuentes que hay dispersas por el pueblo.

 

Lo que no me gustó:

- No terminamos de encontrar un sitio para comer decentemente BBB. Yo buscaba comida de montaña, casera, quizá soy muy tópica, pero nosotros al menos no dimos con ello. El primer día cenamos en un bar que tenían tapas, Escalar, es el nombre y allí me comí unos callos muy ricos. Mi chico cenó hamburguesa. Para cenar algo sin pretensiones este sitio está bien. La comida desde luego estaba muy rica y el trato superamable. No puedo recomendar más, porque tampoco fuimos a muchos sitios, no nos dio tiempo. O sea que una comida homenaje no llegamos a hacer.

 

 Lo que sí puedo es no recomendar un bar del pueblo de al lado, El Pueyo de Jaca, un restaurante que está en plena plaza mayor, en la que hay dos bares, el que yo digo se llama ESCALONA. Mal porque tardaron en atendernos y no había gente. Mal porque nos atendió una mujer que más bien parecía que la estábamos importunando que yendo a su "casa" a comer y dejarnos unas perrillas. Tenían croquetas de boletus y como los boletus se cogen por allí pregunté, ¡oh infame, osaís preguntar!, si eran de boletus recogidos por aquella zona, la respuesta fue, de muy malos modos, que ella no tenía ni idea de donde eran los boletus. Sinceramente me quedé con las ganas de levantarme y marcharme en ese preciso momento. Pero joder, a veces la maldita educación me hace aguantar lo que no debería.

Mal porque dentro del restaurante, nosotros estábamos en la terraza, había un camarero, ¿el dueño?, fumando sin parar. En el tiempo que estuve allí le vi echarse 3 cigarros entre que esperaba a que saliese la comida de cocina, preparaba una mesa, servía otra...Y sí, había gente dentro. Mal por el precio, caro. Mucho para ser tapeo, tomamos: patatas bravas, croquetas y montaditos de lomo (lomo de cerdo normal y corriente del barato) con bacon y con foie-gras, no paté. Fuagrás del de toda la vida el de la lata. Eso más las bebidas, pongamos 4 cervezas por 30 euros. ¡No está mal! Estaba todo rico. La cocinera se lo curra al menos. Pero no merece la pena. El Pueyo de Jaca es un pueblín precioso, con un pantano impresionante, pero aquí, al Escalona, no merece la pena ir, al menos mientras traten así a la gente.

 

Vista de El Pueyo de Jaca desde el Mirador de Santa María.

 

Me llevé un chasco con el pan, yo esperaba encontrarme La Panadería con pan de pueblo rico, rico y lo que encontré fue un pan muy mediocre, aguado, nada del otro mundo. Y en la carnicería, nosotros fuimos a la del supermercadín (creo que solo hay uno) la longaniza que pedí que nos la cortaran para llevarnos un bocata a la montaña al día siguiente me hicieron lonchas del grosor de una lata de nívea. Muy grandes señor carnicero...para cortarlo así ya tengo yo mi navajilla desafilada, hombre...

En fin, que la longaniza muy rica, por cierto nos sobró y luego ha estado viajando con nosotros de Panticosa a Zaragoza, de Zaragoza a Olite, de Olite a Perripueblo, en Perripueblo fue abandonada en el frigo de casapadres, y finalmente fue a parar a un par de bocatas que nos hicimos Perrinovio y mua para volvernos a la playa. La longaniza viajera, la bautizamos.

 

El alojamiento.

Ya lo he dicho antes, yo busqué en booking o en Trivago hoteles en el valle de Tena y el mejor de precio (eufemismo para no decir Más barato) estaba en Panticosa. Era la Pensión O'Sullivan o Pensión Panticosa. Un nombre peculiar para un lugar de Huesca. El sitio, el hostalito lo es. Es un hostal, pero por lo visto también ofrecen cursos de inmersión en inglés y a los extranjeros les ofrecen español. Tienen una agencia de viajes en el hostal. Y por las mañanas olía muy bien a café recién hecho. A lo que vamos, la Pensión Panticosa es un hostal acogedor, bonito, limpio, agradable. No puedo ponerle ni una sola pega. Nuestra habitación era chiquitita y abuhardillada, pero de verdad que más que suficiente. El baño completo al máximo. Con botecitos, bo-te-ci-tos,   no   so-bre-ci-tos, de gel, champú y crema hidratante, pasta de dientes y cepillo, cuchilla de afeitar y gorro de ducha. Esos detalles a mi es que me requetechiflan. Hay secador, que para unas prisas no vale (jejejejejeje, porque va lento) pero para salir del apuro es perfecto. La cama confortable, con edredón nórdico. Me gusta. Le da a la habitación un aire mucho mas acogedor. Tele, pequeña y bueno no se veía muy allá pero tampoco nos importaba demasiado. (Si vais a Panticosa a ver la tele, no os recomiendo este hostal, la verdad) Pero si vais de escapada, a pasear, a relajaros, a disfrutar de la naturaleza, sí. Nos trataron fenomenal. El último día como no tenían nuestra habitación reservada nos dijeron que no tuviésemos prisas por irnos, que no había problema en la hora de salida.

 

Las pegas del sitio, que no puedes aparcar delante de la puerta y descargar las maletas, porque el hotel está en una callejuela  a la que accedes por unas escaleruelas de piedra. Hay que subir equipaje a pulso. Fastidia un poco, pero...se hace. Y en el hostal no hay ascensor.

 

Así que si vais a Panticosa a ver la tele cargados de maletas, baúles y algún mueble y tenéis escayoladas las dos piernas no os recomiendo este lugar.

Hablando en serio, y ahora que lo pienso, es verdad que para personas con alguna discapacidad en cuanto a la movilidad, sillas de ruedas por ejemplo este hostal no es.

 

Y ahora para relajaros un poquito de tanta información os dejo con unas bonitas imágenes de puertas de Pantiocosa. Mas de uno se preguntará si es que me gusta fotografiar puertas. La respuesta es no. Es un simple "esa tarde me dio por ahí" y me puse a hacer fotos de puertas. Ahora las tengo aquí, en stock y alguna salida habrá que darlas, ¿no?

 

Os dejo con las puertas hasta la segunda entrega de Panticosa en la que os contaré las excursiones al Mirador de Santa María y la subida a los Picos Foba la Bache y Faceras. No os lo perdáis.